"Vivo en el Sahara. Quiero libertad y me gusta España". Las frases cortas y sinceras comparten espacio en las cartas de los niños saharauis con dibujos de casas, de jaimas y banderas. Estas cartas acaban de llegar, como respuesta a las enviadas por los escolares de Avilés y Castrillón hace un mes. "Este intercambio de cartas permite que los niños del Sahara conozcan cómo se vive en Avilés y viceversa. Los colegios avilesinos hacen proyectos para recoger fondos y envían material escolar y cosas que necesitan. Pero sobre todo se establece un vínculo", afirmó Encarnación Fernández, responsable de la Asociación Asturiana de Solidaridad con el Pueblo Saharaui, que ayer mostró a la concejala de Educación, Yolanda Alonso, los trabajos.

Los centros educativos de Avilés que están hermanados con colegios de los campos de refugiados de Tinduf (El Aaiun y Dajla) son Sabugo, Villalegre, Llaranes, Poeta Juan Ochoa, Apolinar García Hevia y San Cristóbal, así como el Manuel Álvarez Iglesias de Salinas. Este año se han incorporado al hermanamiento las escuelinas de Avilés.

Yolanda Alonso aprovechó para hacer un llamamiento a las familias asturianas para que participen en el programa de "Vacaciones en paz", acogiendo a niños saharauis durante el verano. "Es una experiencia muy enriquecedora, y hay muchos niños que no pueden venir porque no hay suficientes familias para acogerlos", También afirmó que este tipo de hermanamientos permite trabajar el respeto y luchar contra el sentimiento antiárabe que está extendido por culpa del terrorismo.