El concejal de Deportes de Gozón, Daniel Fernández, visitó ayer el campo de Miramar para buscar una solución a los problemas que presenta la instalación deportiva donde juega el Marino de Luanco. "El campo ya estaba así cuando yo jugaba de cadete en los años noventa", expresó el edil socialista, que lamentó la falta de mantenimiento en las instalaciones, pese al convenio municipal que el Ayuntamiento mantiene con el club azulón desde hace décadas. "El campo no está abandonado, concedemos una subvención anual al Marino, que se podía emplear en mantener esas instalaciones", aseguró el edil. Fernández avanzó que los técnicos municipales elaborarán un informe con el objetivo de desglosar las necesidades más urgentes en la zona de vestuarios, donde hay varios puntos comidos por los hongos con amplias humedades, sobre todo, en las escaleras que sirven de acceso a los cambiadores.

El concejal de Deportes dejó claras las dificultades económicas municipales para afrontar una reparación integral del campo, como podría requerirse dado su estado. "El presidente del Marino, Luis Gallego, nos pidió mejorar la seguridad del campo", indicó el concejal socialista, que también planteó la posibilidad de renovar la zona de calderas de los vestuarios tan pronto como sea posible. "Pueden sustituirse esas calderas por otras que teníamos en Balbín", expresó el edil, que prefirió ser prudente a la hora de detallar futuras inversiones en las instalaciones porque vendrán reflejadas en el citado documento que elaborará la arquitecta municipal.

Durante la visita, Daniel Fernández también comprobó el precario estado en el que se hallan los banquillos. "Lo que ocurre en Miramar es un problema de dejadez ante el paso del tiempo, caben muchas mejoras, pero de mano la situación económica municipal es la que es", señaló el concejal de Deportes, que aclaró que, a día de hoy, es "totalmente imposible ejecutar un plan integral". "Por el momento, dimos un primer vistazo a las instalaciones", señaló Fernández, que estuvo acompañado por el presidente del Marino durante toda la visita a las instalaciones de Miramar en la que se comprobaron las deficiencias que el dirigente del club local viene denunciando desde hace más de un lustro.