Todo quedó en un susto. Un conductor dejó ayer estacionado su coche en la calle Cabruñana supuestamente sin el freno de mano accionado, lo que hizo, de acuerdo a las primeras hipótesis, que el vehículo se desplazara varios metros hasta empotrarse contra un barril que hace las veces de mesa en la terraza de una vinoteca (en la imagen). En el suceso no hubo que lamentar daños personales.