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ALBERTO MANUEL LÓPEZ-ASENJO GARCÍA | Secretario general de Pesca

"Los pesqueros asturianos deberían llevar turistas en la costera del bonito"

"El sector tiene futuro sin subvenciones; sabrá adaptarse y ofrecer productos de alta gama a consumidores cada vez más exigentes"

López-Asenjo, en la plaza del Instituto de Gijón. MARCOS LEÓN

Alberto Manuel López-Asenjo García, gijonés de adopción, es el secretario general de Pesca desde el pasado 27 de enero. Estos días se encuentra en Gijón y volverá en Semana Santa, como pregonero de la festividad religiosa. López-Asenjo accede al cargo en un momento en el que la UE está impulsando una reforma de la política común pesquera que preocupa a las cofradías asturianas. La propuesta de la Comisión Europea es que a partir de 2020 se obligue a toda la flota a llevar a tierra todas las capturas, prohibiendo los descartes, algo que puede acabar obligando a parte de la flota a amarrar cuando agote la cuota de determinadas especies pescadas sin desearlo. En el cerco y el arrastre para la merluza esa normativa ya está en vigor. Este año ha comenzado en el palangre y volanta para la merluza y en la flota de rasco para el rape.

- Los pescadores se quejan de la nueva normativa europea.

-España, Irlanda, Holanda, Francia, Italia, Grecia y Portugal estamos señalando a la UE que el tema medioambiental es importante, pero también el social. Planteamos la necesidad de adoptar una decisión política que permita dar una salida a un planteamiento técnico absolutamente perverso por la complejidad del mismo.

- ¿Habrá obstáculos a esa salida política?

-Todos los países tienen que ser conscientes de que en estos momentos las medidas que se están queriendo poner en marcha tiene un grado de aplicación que las hacen casi inviables. Lo que no puede ser es que por un objetivo medioambiental estemos poniendo en riesgo una actividad económica sostenible como la pesca.

- ¿Es amplio el margen de negociación con la Comisión?

-Por supuesto, porque al final no deja de ser una decisión política.

- Para algunas artes y algunas especies ya está vigente la obligación de llevar todas las capturas a tierra. ¿Qué opina?

-Son precisamente los mejores ejemplos de tener que adaptar el sistema a criterios razonables y económicos, sostenibles no sólo desde el punto de vista medioambiental, sino también social.

- ¿Cómo va a influir el Brexit en las cuotas pesqueras?

-Lo que España tiene que afrontar es un proceso de negociación en el contexto de salida del Reino Unido, donde España tenía unos derechos históricos de acceso a aguas británicas, pero lo fundamental es el mercado: muchas de las capturas que se hacen en aguas británicas van al mercado español y debido a eso España tiene unas magníficas oportunidades para negociar en condiciones francamente ventajosas.

- Los derechos de pesca que tiene España no dan para cubrir una cuarta parte de nuestro consumo. ¿Qué opina?

-Tenemos unos derechos directos que nos permite la pesca bajo pabellón español, pero tenemos también empresas pesqueras con capital español y bandera británica donde detentamos, por ejemplo, un 53% de cuota de pesca de merluza y cifras similares en rape y gallo.

- Las cofradías asturianas se quejan de que les dan menos cuota en xarda o chicharro que a las de otras comunidades.

-Asturias había sido penalizada con 462 toneladas de caballa y tras una sentencia, la secretaría general de pesca asume devolverle esa cuota y pensamos que con este esfuerzo vamos a poder crear una base de negociación, concertación y colaboración que nos permita alcanzar el máximo uso de las cuotas disponibles. Tenemos que afrontar un proceso de reparto en el Cantábrico Noroeste, no sólo de las especies que están siendo objeto de asignación de cuota como la caballa o el jurel, también tenemos que centrarnos en anchoa y bonito. Nuestra intención es sentarnos en la mesa con las cuatro comunidades autónomas para alcanzar el máximo de utilización de cuota.

- ¿Va a cambiar respecto a lo que hay ahora?

-En este momento no estoy en disposición de poder avanzar más que lo que acabo de señalar. Mi objetivo es ir por fases. La próxima discusión va a ser de qué manera podemos instrumentar un mecanismo ágil para la plena utilización de las cuotas. El problema que tenemos actualmente es ir a final de año a la discusión de cuotas en Europa y que un comisario europeo te diga que cómo le estás pidiendo un aumento para España cuando no has sido capaz de utilizar plenamente la cuota asignada. Evitar eso es mi próximo objetivo. Lo demás son futuribles.

- ¿Cómo plantea conseguir ese uso pleno de las cuotas?

-Desarrollando la máxima agilidad en los plazos y en los mecanismos de transmisión.

- ¿Qué es lo que ahora lo entorpece?

-Tenemos una normativa que marca unos plazos, que supone el desencadenamiento de los mecanismos de flexibilidad el 1 de octubre, y con unos sistemas de transmisión que tardan seis semanas. A estas alturas del siglo XXI, con sistemas tecnológicos y aplicaciones que tenemos todos en los teléfonos, esos plazos están absolutamente desfasados y lo que tenemos es que tener un modelo de gestión en tiempo real.

- ¿Hacer el trasvase de cuota de donde sobra a donde falta sobre la marcha?

-En tiempo real y dada la colaboración -que doy por hecho que vamos a tener- entre todas las comunidades autónomas y la administración central, hacer una transferencia en muy corto espacio de tiempo, para poder garantizar que vayamos a utilizar plenamente la cuota.

- ¿Qué futuro ve a la pesca artesanal, que ha ido menguando en las últimas décadas?

-El esfuerzo de ajuste de flota ya se ha realizado. En estos momentos tenemos que hacer un trabajo más de entallamiento, un ajuste fino modalidad por modalidad. La pesca artesanal tiene que ir a piezas al detalle, a productos de alto valor económico y que tienen que ser puestas en valor por el consumidor, que debe estar dispuesto a pagar esas piezas a un precio ajustado a esa actividad económica. Ahí veo que nos falta un trabajo por desarrollar. No digo que no se venga haciendo, tanto en Asturias como Cantabria, Galicia y País Vasco, donde se está destacando este componente artesanal.

- ¿Tiene futuro el sector pesquero sin subvenciones?

-Estoy convencido de que sí. Tenemos que desarrollar nuevas herramientas de competitividad y trazabilidad. El sector sabrá adaptarse y ofertar productos de alta gama a un consumidor cada vez más exigente.

- ¿Qué opina de que se fijen cuotas sobre especies que antes no la tenía, como el bonito?

-Los recursos están a un nivel de explotación que nos exige desarrollar mecanismos para un seguimiento y control de estas pesquerías y garantizar así su sostenibilidad.

- Una especie en un momento crítico es la sardina.

-En su día ya tuvimos un bache en la anchoa y ahora con la sardina estamos con unos planes de gestión con los que confío que seamos capaces de lograr su recuperación. Los informes de la FAO acreditan que cuando todos los países trabajamos de manera concertada se logra la recuperación.

- Cada vez hay más ejemplares "de cultivo" en las pescaderías. ¿Malo para la pesca?

-Todo es compatible. Tenemos que ser conscientes de que la pesca extractiva está en una situación de máxima explotación y el crecimiento de la demanda es del 8% a nivel mundial. Eso conlleva que la acuicultura vaya cobrando cada vez mayor protagonismo y tal como ocurre en otros sectores de ganadería, tendremos unos productos de base y otros de alta gama, indistintamente de cuál sea el origen. La pesca extractiva y la acuicultura son actividades complementarias.

- ¿Puede desarrollarse en Asturias?

-La acuicultura en Asturias no tiene una presencia tan destacable como debiera. Me refiero a los salmónidos y las truchas. El componente empresarial y la visión medioambiental actúan como limitantes, pero estoy convencido de que en un futuro próximo la acuicultura en Asturias está llamada a tener un peso como el que tiene en Murcia, Valencia o Cataluña.

- ¿Qué opina de espacios marinos restringidos a la pesca?

-España tiene una larga tradición de reservas marinas protegidas en las que se sigue manteniendo la actividad pesquera de manera sostenible.

- Qué le sugiere la llamada economía azul.

-Que los pescadores pueden complementar sus rentas usando los subproductos que ahora no son utilizados, o con fórmulas como conjugar el turismo con la actividad pesquera.

- ¿Vacaciones en un pesquero?

-Uno puede vivir una experiencia inigualable embarcándose en un buque de pesca y viendo lo que es esta actividad, que tiene un componente romántico y también otro de riesgo y penosidad, que muchas personas que vivimos en las ciudades no somos conscientes de lo que esto supone.

- ¿Se hace en algún sitio?

-Tenemos experiencias en Galicia y sobre todo en el Mediterráneo. Y yo creo que Asturias también está llamada a tener este planteamiento, porque tenemos unas pesquerías como la del bonito, que puede ser una experiencia turística gratificadora.

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