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La crisis de una sociedad emblemática en la comarca

Novatex suspende su actividad a la espera de un socio para su reflotamiento

La empresa ha resuelto todos los contratos de su plantilla, reconoce deudas de cinco meses y las trabajadoras cobrarán del Fondo de Garantía

Las instalaciones de Novatex en Corvera. MARA VILLAMUZA

La empresa Confecciones Novatex ha suspendido su actividad productiva a la espera de socio para un posible reflotamiento de la sociedad, tocada por la crisis tras la pérdida de su único proveedor. Esta semana se han terminado de resolver en los tribunales las demandas presentadas por todas las empleadas de la compañía de tal modo que la sociedad actualmente no tiene plantilla. Al menos tres trabajadoras ya han empezado a cobrar del Fondo de Garantía Salarial (Fogasa) las cantidades adeudadas por la empresa. El resto lo harán de manera inmediata, tal y como reconocieron fuentes de los sindicatos Unión General de Trabajadores (UGT), Comisiones Obreras (CC OO) y Unión Sindical Obrera (USO).

La crisis de Confecciones Novatex saltó a finales del mes de enero, tal y como desveló LA NUEVA ESPAÑA. La dirección de la compañía presentó un expediente de regulación de empleo (ERE) ante la autoridad laboral del Principado. Este ERE fue rechazado por defectos de forma, así que la administradora de la sociedad optó por despedir a sus trabajadoras entregando cartas personales: en todas ellas aducía causas objetivas. Lo que sucede es que las trabajadoras habían iniciado previamente su lucha en los tribunales: reclamaban la rescisión de sus contratos y el abono de las nóminas impagadas. Estos procesos los desarrollaron de acuerdo con los servicios jurídicos de los tres sindicatos mayoritarios.

Las empleadas defendidas por los servicios jurídicos de USO cuentan desde este miércoles con la rescisión de su contrato, con la nulidad de sus despidos -acción llevada a cabo a mediados de este pasado febrero- y, además, con el reconocimiento de sus deudas. "El caso es que ya no hay nadie en la nave de La Consolación", reconocieron en fuentes sindicales.

El resultado final de los procesos es que ninguna trabajadora mantiene ya relaciones laborales con Confecciones Novatex, esto es, pueden buscar un nuevo empleo. Además se ha reconocido la improcedencia de los despidos. Las sentencias reconocen también el adeudo de cinco nóminas, sin embargo, cobrarán únicamente 120 días y lo harán a través del Fogasa. La indemnización de las empleadas, asimismo, es de 30 días por año trabajado.

El origen de la crisis de Novatex está, según había reconocido la propia compañía, en "la pérdida de nuestro principal cliente, elemento clave del nacimiento de la empresa y de todas las inversiones". Esta situación, según este mismo relato, es la que ha generado "la situación de bloqueo económico que viene padeciendo la compañía. Suponía la práctica totalidad de la facturación de la empresa". Este principal proveedor es Sontara, que es propiedad desde 2014 de la compañía Jacob Holm.

La firma se fundó en el verano de 2000 a la sombra de la factoría que la multinacional Du Pont posee en la localidad carreñense de Tamón, a sólo tres kilómetros de la planta química, que la abastecía de materia prima. La actual Confecciones Novatex, S. L. se llamó en sus inicios Xuntara S. L. L. y fue vista en el momento de su fundación como una de las pocas materializaciones del esperado efecto dinamizador de Du Pont sobre el tejido empresarial asturiano. Las trabajadoras comenzaron a sufrir retrasos el pasado año.

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