El párroco de San Nicolás de Bari, Alfonso López Menéndez, no pudo ser más claro ayer: "Una cofradía cuyo fin es únicamente pasear santos acabará perdida en pocos años en el baúl de los recuerdos o convertida -sin fe- en un club de amigos". López Menéndez incorporó el pregón de la Semana Santa avilesina a la misa que ofreció a mediodía en compañía de Ángel Garralda, el párroco emérito de San Nicolás, y de Juan Antonio Blanco, uno de los dos diáconos permanentes de la archidiócesis de Oviedo.

"No podemos desligar nuestra Semana Santa de las 51 semanas restantes. Más de 20 mujeres han sido asesinadas este año por violencia de género; hay familias que no llegan a final de mes, mujeres que quieren sacar adelante sus hijos y se encuentran solas", advirtió. Y es que la organización de la Semana Santa de Avilés es un olla a presión desde hace décadas. El último episodio de esta tensión lo protagonizaron los miembros de la cofradía de La Dolorosa, que mostraron su pesar al haber sido excluidas sus actividades del programa de mano de la Semana Santa avilesina,

El discurso de López Menéndez formó parte de la eucaristía: "Si nos arrodillamos al paso del que cargado con la cruz no ha hecho más que amarnos, ¿cómo no arrodillarnos ante quien cree que se le han acabado las oportunidades en esta vida? ¿Cómo pasar indiferentes ante aquellos que no tienen más que llorar o lamentar la poca suerte que han tenido? ¿Cómo no demostrar que la Semana Santa es la semana donde Dios sale a la calle a decirnos: también yo he sufrido??", se preguntó el sacerdote elevando la voz ante un auditorio que llenaba hasta la bandera el templo de San Nicolás.

López Menéndez no sólo echó un rapapolvo, también animó a los cofrades: "¡Formamos parte de una Semana Santa que ya quisieran otros! Tenemos una historia increíble a nuestras espaldas, seguramente más intensa de lo que algunos se creían", aseguró. Y es que, recordó, viene de cuatro siglos atrás. Y no sólo de mediados de los años cuarenta. "¿Vamos a dejar que cuatro malentendidos estropeen los que ha costado siglos cuidar y mantener? ¿Permitiremos que los que han llegado ayer -y no sabemos si tendrán un mañana- cuestionen lo que durante más de 400 años hemos realizado por las mismas calles de Avilés?", se preguntó.

Alfonso López Menéndez comenzó la lectura de su pregón recordando la historia de la Semana Santa en Avilés. Explicó que su origen tiene que ver con los padres franciscanos y que la parroquia de San Nicolás -la suya- tomó el relevo tras de desamortización de Mendizábal. La polémica, apuntó, viene de la convivencia entre los frailes y la parroquia: "Había tantos aquí que muy pocos frecuentaban la parroquia? Y si tanto lío existía por los vivos, podéis imaginaros por los muertos", comentó. Aseguró que "las procesiones no son para las cofradías: pertenecen al pueblo de Avilés. Y es lo que debemos cuidar y respetar. Es el pueblo de Avilés el que ha conservado en su corazón desde el siglo XVII la devoción al Nazareno, a San Pedro de Rivero, a San Juan. Los que han visto reflejados sus ojos en las lágrimas vivas de la Dolorosa o la Soledad. Si hoy estamos aquí, es gracias a ellos".

Concluyó trayendo al presente palabras de un cura avilesinos de 1661 "El que fuere cura de San Nicolás, si quiere llegar a la edad de viejo, tiene que sufrir con paciencia muchas adversidades e impertinencias de frailes, clérigos y legos, hombres y mujeres, que si lo hiciere así, tendrá de Dios el premio ¡en la otra vida!"