Computer Science Corporation (CSC), con centro de servicios avanzados de tecnologías de la información en Avilés, es desde ayer DXC Technology, la empresa que sale de la fusión con la firma de servicios empresariales de Hewlett Packard Enterprise (HPE). La unión de sendas compañías está valorada en 8.500 millones de dólares y la nueva compañía se convirtió ayer en la protagonista de la Bolsa de Nueva York, con el tintineo de la campaña con la que DXC comenzó a cotizar en el parqué estadounidense. El máximo responsable de la sociedad, Mike Lawrie, fue el encargado de activar la campaña a las tres de la tarde (hora española).

Los trabajadores de las oficinas ubicadas en Avilés, que generan ya más de 900 empleos directos y sigue contratando, celebraron la puesta en marcha de la nueva compañía y compartieron fotografías del acto en las redes sociales bajo la etiqueta #HelloDXC. En la sede avilesina se retransmitió un vídeo promocional de la nueva marca, mientras algunos trabajadores siguieron, a través de sus ordenadores, el repique de campana en la Bolsa neoyorquina.

Hasta el momento, no han trascendido los posibles cambios que se derivarán de la fusión, si bien en el Centro de Servicios Avanzados de Tecnologías de la Información de Avilés vienen trasladando a la plantilla un mensaje tranquilizador y sostienen en que la fusión no se percibirá en el día a día. Está previsto que en los próximas jornadas se cambie la cartelería del edificio, que pasa del rojo de CSC al negro y blanco de DXC.

La nueva compañía sirve a cerca de 6.000 clientes del sector privado y público en setenta países. "Nuestra independencia tecnológica, el talento y la amplia alianza de socios se combinan para ofrecer poderosos servicios y soluciones a la próxima generación", sostienen desde DXC. La facturación de la multinacional de servicios tecnológicos se situará en unos 26.000 millones de dólares (casi 24.000 millones de euros) y será una de las tres de su sector más importantes del mundo.