La Asociación de Vecinos "El Marapico" tiene pareja de novios para el rito del beso sin tener que ir en busca de ellos por primera vez en muchos años. Jairo Gutiérrez Sánchez y Beatriz Gonçalves Antomil, ambos de 22 años, protagonizarán el 6 de junio la fiesta del puchero en la ermita de La Luz, donde se darán el "sí, quiero" a finales de año. "Siempre nos gustó el rito del beso y teníamos claro que queríamos hacerlo", explica Gonçalves. En "El Marapico" no pueden estar más contentos. "Llevo aquí doce o catorce años y siempre tuvimos que ir a buscar a los novios. Este año tuvimos mucha suerte, además hace ya un mes que nos lo confirmaron, con mucha antelación", aplaude la presidenta del colectivo, Laura Cortés.

Jairo Gutiérrez y Beatriz Gonçalves se conocieron por unos amigos en común el 7 de enero de 2012 y, diez días después, iniciaron su relación, "un flechazo" en toda regla que acaba ahora en boda. "Nos casaremos en la ermita y siempre habíamos hablado sobre la posibilidad de participar en el rito del beso", coinciden estos jóvenes vecinos de La Luz. Ella es catequista en la parroquia de San Pablo y ya hace meses que mostró su interés en protagonizar el tradicional rito de la fertilidad avilesino, que según los historiadores nació hace más de 200 años y se festeja desde la década de los ochenta del pasado siglo a los pies de la ermita del monte desde el que se divisa casi toda la comarca.

"Conozco al cura de la parroquia (Vicente Pañeda, arcipreste de Avilés) y fue él quien me indicó que tenía que ponerme en contacto con la Asociación de Vecinos 'El Marapico'. Ese mismo día llamé a Laura (Cortés), en cuanto me dieron su teléfono, pensé que ya no tendríamos sitio", explica Gonçalves.

La pareja es creyente, devota de la Virgen de la Luz y tiene un niño de dos años y medio, Yago, "un terremoto", pese a su corta edad un fiel oviedista. "Es del Oviedo cerrado, vamos todos los fines de semana con él al fútbol", cuenta el padre.

Jairo Gutiérrez y Beatriz Gonçalves comparten nombre y amistad con otra pareja que protagonizó el rito del beso, el de 2013 (Beatriz Berrocal de Miguel y Jairo Díaz Molano). "Nos dicen que es una experiencia muy bonita y que no se olvida", dicen los novios casaderos. "Siempre tuvimos claro que nos íbamos a casar, pero el nacimiento de Yago y circunstancias familiares nos han hecho retrasarlo hasta finales de este año", añaden.

El martes 6 de junio él estampará el puchero con leche presa contra el crucero de la ermita de La Luz y le dará a la madre de su hijo tantos besos como pedazos de barro quebrado. Después del verano llegará el "sí, quiero".