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Salinas, en la cresta de la ola

La temporada de surf arranca con fuerza y se espera que sea la mejor de los últimos veranos para las escuelas locales con la llegada de turistas

Surfistas, ayer, en la playa de Salinas. RICARDO SOLÍS

La temporada de surf arranca en Salinas con más fuerza que nunca y se espera que sea la mejor de los últimos veranos. La ordenanza municipal de uso de las playas que funciona desde el pasado verano y la reciente distinción de fiesta de interés regional al Festival Internacional de Longboard son aspectos que están ayudando a dar al surf una importancia turística de la que se aprovecha todo el concejo.

"Salinas, ciudad del surf" es un eslogan que cada vez más y desde hace años identifica a la localidad costera castrillonense. El deporte de las olas tiene cada vez más arraigo en Salinas, donde hay varias escuelas de surf; por eso fue necesario poner en marcha la ordenanza municipal que limita a quince el número de escuelas de surf en el municipio y que ya tienen cubiertas más del 50 por ciento de las plazas.

"Las normas básicas que rigen el funcionamiento de las escuelas, la nominación del longboard como fiesta de interés turístico regional y otras iniciativas son buenas para la promoción turística de la localidad. Ayuda a que la gente vea Salinas como referente de un turismo atractivo", señaló el matrimonio formado por Misael García y María Azcoitia, que desde hace cinco años gestionan una de las escuelas de surf de Salinas y que esta semana ponen en marcha un nuevo concepto de albergue, un "hostel".

"Nosotros empezamos hace cinco años con la escuela de surf, que tiene 26 plazas. La mayoría de los alumnos tienen edades comprendidas entre 20 y 40 años, pero lo más llamativo es que tenemos un porcentaje altísimo de repetidores", manifestó Azcoitia.

Carlos Meana lleva más de 30 años inmerso en el mundo del surf y gestiona una escuela en Salinas con 20 plazas. "El turismo vinculado al surf está en un momento muy interesante pero nos ha llevado muchos años de trabajo", señaló. "Tenemos que cuidar a los clientes para que disfruten y nos recomienden", explicó Meana, que recibe en su escuela surfistas de todos los puntos de la geografía española. "Hace unos días vino un grupo de alumnos de un colegio francés. Salinas es un lugar de referencia del surf en el norte de España", valoró.

Carlos Meana propone que Salinas sea una estación de surf. "Como hay estaciones esquí, podría haberlas también de surf. El presente es muy halagüeño para la industrial del surf", dijo.

"La proliferación de la práctica del surf, de las escuelas de enseñanza y de todo lo que rodea a este deporte nos hizo ver que era aconsejable dotarnos de unas normas básicas, más que nada por un tema de seguridad", señaló recientemente la concejala de Turismo de Castrillón, Mar González, sobre la aprobación de la ordenanza del uso de las playas.

La normativa municipal obliga a los monitores que imparten enseñanzas a tener una formación mínima y regula el ratio de alumnos por profesor para evitar masificaciones tan peligrosas como indeseables. "Tenemos que ofertar una iniciativa de calidad y que los clientes estén seguros", manifestó Meana. "Hay que cuidar al cliente en todos los aspectos, también en la alimentación y teniendo la escuela limpia y ordenada", concluyó María Azcoitia.

La temporada de surf se prolonga de marzo a octubre, dependiendo del tiempo.

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