Las obras de la cancha deportiva de Llaranes, situada entre las calles Río Arlós y Llaranes Viejo, están paralizadas pese a encontrarse en su fase final. "Los trabajos empezaron a muy buen ritmo. Se cambió el suelo y se sustituyó la valla vieja", comenta Javier Martínez, que ha seguido de cerca la evolución de la reforma al residir frente a la instalación. "Pero de repente, y a falta de unos cuantos remates, quedó todo paralizado. Los jóvenes empezaron a venir con el patín; lógico, quieren un lugar para jugar, aunque puede ser un peligro ya que están al aire los espárragos de las canastas, aún sin instalar, y una caída puede ser fatal", denuncia este vecino que utilizó durante años este espacio. Asimismo, al haber permanecido el recinto abierto -ayer, los servicios municipales colocaron unos candados- también fueron sustraídas varias tapas de registros.