A Luis Alfonso Fernández le dicen "El Punta". Es alfarero, viene de Albox, que es un pueblo de más de 11.000 habitantes en el interior de la provincia de Almería. "Lo que hacemos allí son piezas de uso diario: platos, fuentes. Todos los que venimos a esta feria traemos piezas populares", explica. "El Punta" es uno de los catorce artesanos que venden hasta mañana lunes el fruto de su trabajo en el entorno de los jardines de la plaza de Álvarez Acebal. "Esta feria está muy bien organizada, el Ayuntamiento cuida mucho de nosotros. Se suple la falta de ventas con los muchos servicios que nos ofrecen", indica el artesano, mientras coloca sus piezas por los escalones de los jardines.

Los otros trece artesanos miran hacia el cielo del que cae "orbayu" a primera hora de la mañana. "No va a llover más", se hacen cruces cuando ya tienen dispuestos cada uno de sus puestos, a la espera la llegada de de los compradores y de la la comitiva municipal que inauguró la octava feria de este arte. "De su tipo es la única en España", recalcan.

En Álvarez Acebal hay muestras cerámicas de Llamas de Mouro, en Cangas del Narcea, del Perdigón, en Zamora, de Buño, en La Coruña... Y también está Daniel Aguilera, por ejemplo, que presenta estos días en Avilés una artesanía de cerámica muy antigua. Aguilera y su madre -Carmen Hernández- vienen de Cuerva, que es una localidad de poco más de mil habitantes al sur de la provincia de Toledo y que hasta hace nada era capital de la alfarería de su comarca, pero estuvo a punto de perderse. "Son piezas muy austeras. El único adorno que ponemos es la flor del almendro, que predomina en nuestros montes", señaló el alfarero. Esta flor es en altorrelieve: con arcilla blanca. "Todo lo que hacemos es a mano", subraya Carmen Hernández.

Las piezas que realiza "El Punta" son también artesanas. "La característica principal es la monococción", señala el artesano andaluz. La cerámica de Talavera de la Reina, por ejemplo, lleva tres cocciones: la pieza, el esmalte y el color. "Nuestras piezas se distinguen de las otras porque cuartean los esmaltes. La de Talavera, por ejemplo, no lo hace", apunta Luis Alfonso Fernández, "El Punta".

La mañana lluviosa se fue tornando fría, pero sin agua a lo largo de la tarde. En ese momento fue cuando comenzaron a acercarse los compradores. La cerámica es una seña de identidad desde la edad primitiva y la cerámica de Avilés no iba a ser menos.