"Este año nos quedó buenísima, mejor que el pasado". De esta forma ponderó ayer una de las cocineras la fabada que elaboraron, para 2.000 personas, los xagós de Miranda. Y es que el plato volvió a brillar en las fiestas del Bollo, gracias al espectacular guiso de los mirandinos y al concurso de las Amas de Casa de Llaranes.

Los xagós cambiaron de ubicación este año, y en lugar de establecer su arrocera en la plaza de España se colocaron junto a la fuente de los caños de San Francisco. "Al principio no nos gustaba, pero ahora estamos encantados", afirmó el presidente de la asociación de vecinos de Miranda, Félix Rodríguez, cuando la fabada ya estaba reposando casi a punto para servir en los platos. Después de 12 años en el mismo lugar, al principio estaban un poco perdidos, como quien cambia de cocina, pero después agradecieron el nuevo emplazamiento, que fue objetivo de cientos de cámaras. Los xagós emplearon 300 kilos de fabas con tocino, chorizo y morcilla, cinco litros de aceite, tres kilos de cebolla, medio kilo de ajo, pimentón, sal y agua, "todo productos asturianos", según resaltó Rodríguez.

Conchita Rodríguez, natural de Noreña y asentada en Villalegre, ganó por tercera vez el concurso de las Amas de Casa de Llaranes. Aprendió con su madre a hacer la fabada. ¿El secreto? Buenos productos y "mimo". Fue segunda Ana Azpiazu, que tiene un restaurante en Carcedo, al lado del aeropuerto, según dice, "el mejor sitio para probar fabada". Y la tercera, Manuela Moñino, otra veterana en el podio del concurso.