Profesora de Lengua y Literatura en el instituto Emilio Alarcos de Gijón, Marián Moreno Llaneza es una luchadora incansable en favor de la igualdad y contra la homofobia. Ayer ofreció una conferencia sobre el alumnado LGTBI en el marco del Festival de Cine que se celebra estos días en el Centro Niemeyer.
- ¿Cuál es la situación del alumno LGTBI en Asturias?
-Excepto casos puntuales, en general es de absoluta indiferencia por parte del sistema. En Asturias, no está considerada la diversidad sexual y de identidades, no se está trabajando de manera sistemática, no hay protocolos para casos de legtbfobia. O los centros tienen profesorado que trata la diversidad o el tema pasa de lado, está invisibilizado.
- ¿Los centros son seguros para los jóvenes homosexuales?
-Me encantaría decir que sí, pero me pregunto: ¿La sociedad es segura para la gente con diversidad? Un centro es un microcosmos y el alumnado de Primaria repite esquemas y aprendizajes de una sociedad que todavía es machista, homofóbica y transfóbica. Por lo tanto, de manera sistemática, los centros no son seguros.
- Entonces, ¿los jóvenes homosexuales se sienten amenazados en el entorno educativo?
-Sí, por su puesto. La base del acoso escolar es un acoso contra la diversidad. Son acosados los niños que se salen de la masculinidad tradicional y una de las bases de ésta es defender la heterosexualidad y atacar todo lo que pueda ser cercano a la homosexualidad. También son acosadas las niñas que no responden a la feminidad tradicional y que no están al servicio de esos chicos. Las niñas gorditas pueden ser víctimas, al igual que el niño al que no le gusta el fútbol y pegarse; es decir, todo lo que no esté dentro del estereotipo de feminidad y masculinidad.
- ¿Se producen agresiones y malos tratos entre los alumnos?
-Falta buen trato entre el alumnado. Sí, hay agresiones verbales y físicas, si bien la escuela tiene una vigilancia especial y existe una sensibilidad hacia la violencia y en contra de ella.
- ¿El profesorado está formado para orientar y ayudar a los jóvenes?
-Hay una parte del profesorado que está muy bien preparada, pero de forma voluntaria. No obstante, aún existe quienes creen que su labor es dar el curriculum y los conceptos y no enseñar a ser persona, a ser un ciudadano crítico. Existe una diferencia brutal entre los docentes.
- ¿Deberían impartirse talleres o actividades para informar, concienciar y sensibilizar a los jóvenes sobre las diferentes identidades sexuales?
-La asociación Xega pasa por muchos institutos de Asturias y desarrollan talleres sobre la diversidad sexual y las diferentes orientaciones. El alumnado lo recibe muy bien, pero sería estupendo que el centro continuara esta labor, que no fuera un trabajo puntual.
- ¿Qué identidad está más naturalizada en los centros, los gays o las lesbianas?
-Las lesbianas, por ser mujeres, tenemos una doble invisibilidad. Es más conocida la homosexualidad masculina que la femenina, pero cuando el alumnado tiene referentes positivos, cambian sus ideas y la forma de ver la vida. En este sentido, los profesores que hemos salido del armario ayudamos a ver esos referentes positivos, a mostrar que soy una ciudadana, que me siento feliz, que tengo pareja y que estoy en la sociedad de pleno derecho. El problema es que somos pocos, no todo el profesorado homosexual sale del armario; yo lo hice como una postura ideológica, sirvo como referente y me ha ido bien con mi alumnado.
