No uno, sino dos arcos iris superpuestos, una rareza de la naturaleza que pocas veces se puede ver, ha cubierto en las postrimerías del día la ría de Avilés generando una gran expectación entre cuantas personas pasaban a esa hora por la zona.

La nitidez del colorido del arco iris que se veía más bajo desde la perspectiva del parque del muelle compuso una hermosa estampa en la que el centro cultural Niemeyer y las baterías de coque de Arcelor quedaban enmarcados bajo la semicircunferencia de colores.

Los arcos iris son un fenómeno óptico y meteorológico que consiste en la descomposición de la luz solar en el espectro visible continuo en el cielo, lo cual se produce por refracción cuando los rayos del sol atraviesan pequeñas gotas de agua contenidas en la atmósfera terrestre; precisamente las condiciones que se daban en la atmósfera avilesina en el momento de hacerse visible el gran arco irís que ha despedido la tarde avilesina.

Mucho menos frecuente que el simple es el arco iris doble, el cual incluye un segundo arco más tenue con los colores invertidos; es decir, el rojo en el interior y el violeta hacia el exterior.

Da la casualidad de que estos días se celebra en el Centro Niemeyer, una de las construcciones que quedó cubierta por el arco iris formado en la ría, el Festival de cine gay, un colectivo que precisamente tiene como emblema universal la bandera arco iris, con los siete colores que forman este fenómeno atmosférico.