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La década prodigiosa del castillo Gauzón

Los trabajos arqueológicos en el peñón de Raíces cumplen diez años con un balance alentador de hallazgos

Niños que realizaron el verano pasado el taller de arqueología que organizó el Ayuntamiento de Castrillón en Raíces Viejo. RICARDO SOLÍS

Las excavaciones arqueológicas en el castillo de Gauzón cumplen una década. En la primavera de 2007, los arqueólogos castrillonenses Iván Muñiz y Alejandro García recibieron el encargo municipal de sacar a la luz la fortaleza del rey Alfonso III, el Magno, en la que se cubrió de oro y piedras preciosas la Cruz de la Victoria, en cuyo reverso aparece la inscripción del año en el que se realizaron los trabajos -908- y el lugar, el castillo de Gauzón.

Las primeras excavaciones en el yacimiento arqueológico del Peñón de Raíces con el objetivo de localizar la ubicación del castillo de Gauzón las había realizado en los años setenta del pasado siglo el historiador Vicente José González García. En 2007, el entonces alcalde de Castrillón, José María León Pérez, prologó el libro "El castillo de Gauzón" de González García y llamó a Iván Muñiz y Alejandro García para que recuperaran los restos del castillo de Gauzón. Desde entonces, las alcaldesas Ángela Vallina y Yasmina Triguero han continuado con la labor iniciada en 2007. Para las campañas en el Peñón de Raíces, los presupuestos municipales en esta última década siempre han incluido partidas de entre 80.000 y 100.000 euros para hacer frente al coste de las excavaciones.

Los arqueólogos llegaron al Peñón de Raíces hace diez años con el objetivo de encontrar los restos de una fortaleza del siglo X pero, pocos meses después y tras realizar las pruebas del carbono 14 a los primeros restos orgánicos hallados, comprobaron que había habido un castillo anterior al de Alfonso III e incluso anterior a la batalla de Covadonga (año 722).

La datación de la fortaleza, unos 200 años antes de la fecha que se barajaba hasta entonces, fue el primero de los hallazgos importantes de los arqueólogos pero desde entonces las novedades no han dejado de producirse. En la campaña de 2013 se encontraron los primeros restos óseos humanos.

El año anterior ya se habían encontrado restos de madera y la campaña de 2014 se saldó con el hallazgo de las dos imponentes torres que flanqueaban la entrada a la fortaleza y con el descubrimiento de dos monedas que marcan el principio y el fin de la ocupación del castillo, una de oro acuñada en el el siglo VI y otra de plata del siglo XIV. En 2015 salió a la luz el aljibe que surtía de agua a los ocupantes del castillo de Gauzón. Las estancias señoriales también están ya localizadas -con una sala principal, el hogar, una cisterna y un estanque- así como el pavimento original de una de las habitaciones del castillo.

El centro de interpretación de Raíces Nuevo es el laboratorio en el que, una vez que concluyen los trabajos de campo, el equipo de arqueólogos cataloga las piezas y redacta la memoria de cada campaña. Los más de 6.000 restos cerámicos, herramientas, cuchillos, o puntas de las flechas rescatadas del subsuelo dan pistas de la vida cotidiana bajo las almenas del peñón de Raíces, que defendía la costa avilesina de las incursiones vikingas en la Edad Media.

Las excavaciones en el yacimiento arqueológico han permitido reconstruir una secuencia histórica de la ocupación de la fortaleza que arranca entre los siglos VII y VIII, vive un extraordinario proceso constructivo en tiempos de la Monarquía Asturiana en los siglos VIII y IX y perdura como fortaleza hasta su progresivo abandono a lo largo de los siglos XIV y XV, señalan los arqueólogos que en unas semanas comenzarán una nueva campaña.

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