La fundadora de la congregación religiosa y social Damas Apostólicas del Corazón de Jesús, la avilesina Luz Rodríguez Casanova (1873-1949), ha subido el primer peldaño de su camino de santidad: el Papa Francisco la nombró el pasado diciembre "venerable", el paso previo a su beatificación. "Aún no tiene fecha. El Papa está repensando las condiciones de las canonizaciones", explicó María José Torres Pérez, la última biógrafa de la avilesina.

Rodríguez Casanova pertenecía a la familia Zaldúa -una de las más importantes de Avilés en el siglo XIX-. Desarrolló en Madrid una labor que ahora, con este nombramiento, reconoce la Iglesia Católica. "Había marchado pronto a la capital porque sus padres querían facilitar su acceso a la educación", apuntó Torres Pérez. El compromiso de la avilesina estalló cuando Casanova descubrió la pobreza a las puertas de su propia casa. La familia vivía en un palacete en las inmediaciones de la plaza de Colón. "Ella lo abrió y daba de comer, enseñaba a leer y a escribir... Pero aquel era un barrio muy señorial y muy pronto tuvo que dejar de hacerlo. No eran bien vistas las colas de pobres", reconoció Torres Pérez, miembro de la congregación que fundó la nueva "venerable".

"A partir de ahí fue cuando estableció con otras personas el modo de seguir ayudando a los marginados", añadió Torres Pérez. Antes de la fundación de las Apostólicas había contribuido a crear el Patronato de Enfermos. "De su relación allí con los jesuitas y, especialmente, con el padre San José María Rubio Peralta, nació finalmente nuestra congregación", apuntó la biógrafa de la avilesina, que es la autora de "Espiritualidad ignaciana y originalidad femenina en Luz Rodríguez Casanova" (Verbo Divino, 2014).

Las Damas Apostólicas del Corazón de Jesús desarrollan su trabajo desde dos presupuestos generales: el apostolado social y la laicidad. "Luz Casanova descubrió las realidades periféricas", apostilló Torres Pérez. Las componentes de la congregación no llevan hábito, ni tampoco insignia religiosa alguna. Actualmente son 200 las componentes que trabajan en España, Angola, El Salvador, Bolivia, Perú y México. La sede central -la casa fundacional- se encuentra en la madrileña calle de Santa Engracia. La congregación cuenta con la Fundación Luz Casanova, que es la herramienta con la que trabajan actualmente a favor de las mujeres transeúntes y las víctimas de violencia de género.