Los diez concejos interesados en la puesta en marcha de un albergue de animales, la mayoría de la comarca de Avilés, formarán una mancomunidad para tener el marco jurídico que les permita la apertura y gestión de este servicio. Así lo explicó ayer el concejal avilesino Miguel Ángel García Balbuena al término de una reunión a la que asistieron representantes de los distintos municipios interesados. Se trata de Pravia, Soto del Barco, Muros de Nalón, Castrillón, Illas, Avilés, Gozón, Carreño, Corvera y San Martín del Rey Aurelio.

Aunque existen varias entidades supramunicipales a las que pertenecen algunos concejos, ninguna de ellas los aglutina a todos, de ahí que se haya optado por poner en marcha una nueva mancomunidad cuyos estatutos tendrán que ir a los distintos plenos municipales. El siguiente paso será que reciban el visto bueno del Principado para, finalmente, volver a someterse a votación en las distintas corporaciones. El fin único de la entidad será el servicio de albergue de animales.

Solventada la fórmula jurídica, queda todavía pendiente determinar un aspecto clave: el lugar que ocupará la instalación. "Ahora ya sabemos el número definitivo de ayuntamientos y las necesidades que tenemos. Buscaremos, por tanto, un espacio, que se adecue a esas necesidades", apuntó Balbuena. La estimación todavía se está cerrando. "Vamos a hacer un estudio desde los servicios técnicos municipales", añadió. Dicho estudio analizará también las propuestas con las que cuentan otras comunidades autónomas.

La idea con la que hasta ahora venían trabajando los ayuntamientos es construir el albergue en terrenos de la comarca avilesina. Los concejos retomaron el año pasado las negociaciones para buscar un lugar donde llevar a los perros y gatos abandonados. En un primer momento, estuvo encima de la mesa la posibilidad de que esa instalación se pusiera en terrenos de Cogersa, una idea que ya se lanzó también hace un lustro y que contó, como entonces, con un fuerte rechazo de las organizaciones protectoras. También se barajó la posibilidad de contratar un servicio de recogida de animales hasta que se construyera esa perrera; una opción que se ha desechado, según reconoció el concejal Balbuena.

La última propuesta es construir la instalación en Castrillón, ya que este concejo considera que existen varios terrenos adecuados en su territorio. Sin embargo, la decisión no está tomada aún de forma definitiva y será clave, para su éxito, que no cuente con el rechazo frontal de los vecinos más próximos. Las protectoras de animales, por su parte, urgen la puesta en marcha de una infraestructura que lleva un retraso de dos décadas.