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La plaza de Europa pide un lavado de cara

Los vecinos reclaman mejoras para el centro neurálgico de Piedras Blancas, como la restauración del monumento a José Villalaín

La estatua de piedra de Villalaín contempla la plaza de Europa con la espalda manchada de pintadas. RICARDO SOLÍS

Los vecinos de Piedras Blancas reclaman más atención para la plaza de Europa, centro neurálgico de la capital castrillonense, flanqueada por el Ayuntamiento, el centro cultural Valey y la iglesia. Las quejas se refieren al mal estado de las baldosas, la suciedad de la fuente y, sobre todo, a la falta de mantenimiento de la escultura que recuerda al médico y escritor José Villalaín Fernández (Navia 1878- Salinas 1939), también conocido por el seudónimo que utilizaba en algunos de sus escritos: "El americanín de Romadorio".

"La peana de piedra que mantiene la estatua de Villalaín está destrozada y la escultura llena de pintadas. Se trata de un monumento en recuerdo de una persona que fue muy querida y da pena verla en el mal estado que está", señala Alba Lozano, vecina de la localidad. José Villalaín nació en Navia y, desde niño, residió en el concejo. Sus primeros estudios los realizó en la escuela de San Martín de Laspra, hizo Medicina en Santiago de Compostela y Madrid y se casó con María Menéndez Galán en la iglesia de San Miguel de Quiloño. Muchos de sus descendientes aún residen en el municipio.

La escultura de José Villalaín ubicada en la plaza de Europa está realizada en piedra y es obra del artista avilesino Ignacio Bernardo. "Hay que conservar la herencia cultural del concejo y la plaza de Europa junto con la estatua necesitan ya un lavado de cara", manifiesta el castrillonense Ángel Suárez. La remodelación de la plaza de Europa se acometió hace unos 15 años y, poco después, se instaló el monumento a Villalaín. Hace poco más de cuatro años se realizaron obras de mantenimiento en la plaza de Europa, pero los vecinos sostienen que la zona necesita más atención por parte de los responsables municipales.

"Las escaleras están en mal estado y el alumbrado público es deficiente sobre todo para una zona en la que, a diario se llena de vecinos y niños jugando. La celebración de fiestas y ferias es otra de las causas del deterioro", afirman Ricardo Menéndez y María Fernández.

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