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Los avilesinos toman azúcar "como para correr maratones", alertan los endocrinos

Los informes de los médicos Jesús Bernardo y Carmen Fao advierten de un preocupante aumento de la obesidad infantil

Dos rosquillas rellenas de chocolate. MARA VILLAMUZA

De dulce a veneno, el azúcar está en el punto de mira por su ingesta desmesurada, muchas veces camuflada en todo tipo de productos, y por los riesgos que ahora se sabe que implica para la salud. Los endocrinos avilesinos lo tienen claro en base a sus estudios: "Es el momento de poner los puntos sobre las íes". Lo dice el doctor Jesús Bernardo, que asegura que los avilesinos toman azúcar en dosis inasumibles: "Tomamos azúcar como para correr maratones cada poco". La también especialista Carmen Fao Cubero añade: "Necesitamos azúcares más sanos, complejos como los de la legumbre y la fructuosa de la fruta, que añade también vitaminas y no tiene la grasa de muchos alimentos que son azucarados". Países como Portugal han decidido reducir, por ley, el tamaño de los azucarillos de café, una medida destinada a mejorar la salud de los ciudadanos.

"Siempre se consumió muchísima azúcar. Ahora descubrieron que la mayoría de los alimentos la tienen, y que el consumo es exhaustivo. Se han dado cuenta", indica el doctor Bernardo. Un consumo que está directamente ligado con uno de los grandes problemas de salud en España: la obesidad infantil, que sigue aumentando. "Cuanto más lleguemos a los padres de los críos pequeños, será la única forma de combatir la obesidad infantil. Eso y proponer que hagan muchísimo más ejercicio, ya que cada vez hacen menos. Ambos tienen que ir de la mano", añade.

Pero los niños no son los únicos perjudicados por esta tiranía del dulce, y las consultas de los endocrinos son buena prueba de ello. Lo afirma la doctora Fao Cubero, que vincula "la generalidad" de las consultas a la mala alimentación. "Es un problema que va en aumento. Y es que hemos hecho importaciones muy malas: la comida basura, las hamburguesas que van con el helado, las patatas y el refresco... Es una mezcla brutal que lleva azúcares a mansalva y grasas saturadas".

Uno de los caballos de batalla de los doctores es reclamar un etiquetado de los productos permita saber claramente la composición, azúcares incluidos, porque muchas veces esta sustancia se cuela de forma casi imperceptible: zumos de frutas, salsas de tomate, cremas, preparados cárnicos... "En Europa es obligatorio ese etiquetado, aquí tenía que serlo también, y los consumidores deberían de exigirlo. Nuestra salud no puede depender de una consulta alimentaria", indica el doctor Bernardo.

Además de exigir ese etiquetado, el endocrino recomienda a la población un conocimiento exhaustivo de los alimentos que se deben consumir, y de aquellos que es mejor privarse. Ahí entra el azúcar. "No se trata de quitarla del todo, pero sí bajar su consumo. Y tener muchísimo cuidado con los edulcorantes, porque está demostrado que son una trampa, conllevan un aumento de peso", añade el endocrino. En su opinión, ni siquiera la estevia es recomendable. La miel sí es segura, siempre y cuando sea ecológica y sin azúcares añadidos.

Las consecuencias del abuso de azúcar están al orden del día, según explica la doctora Carmen Fao Cubero: "La precipitación de la diabetes, la obesidad. Y tanto una como la otra favorecen los problemas cardiovasculares. Aparte de que la obesidad trae más incidencia de ciertos tipos de tumores. Propician mala salud por diferentes vías, incluidas las lesiones articulares. En definitiva, pero calidad de vida en todos los sentidos".

Fao Cubero sostiene que gran parte de la solución está en los fogones. "Soy partidaria de que se vuelva a la antigua usanza, pero un poco mejorada. Volver a las legumbres, preferentemente estofadas o con una pieza de proteína para dar sabor que no suponga mucha grasa. Y volver a las verduras en sus diferentes variedades. Volver a cocinar aunque sea en plan sencillo y repitiendo menú". En el otro plato de la balanza, los productos peligrosos: las grasas saturadas que se encuentran en mucha cocina preparada, en la repostería de tipo industrial, galletas, chocolates, chucherías... "También son malas las grasas vegetales hidrogenadas. Las que podemos comer son las insaturadas o monosaturadas, como es el aceite de oliva". Coincide el doctor Bernardo que destaca, por nocivo, el aceite de palma y también el de coco.

En definitiva, los endocrinos consideran que en España falta mucho para que la alimentación pueda realizarse con garantías, ya que los productos incluyen ingredientes nocivos y el etiquetado no lo advierte claramente. "Está mucho más atrasado que los parabenos en los productos cosméticos. Hay que darse cuenta y proponérselo a la industria alimentaria que no introduzca productos perjudiciales para mi salud. Quiero mi alimentación sana, ya que la pago", concluye el doctor Bernardo.

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