La Guardia Civil prosigue con la investigación abierta para esclarecer el turbio suceso ocurrido en las pasadas fiestas de San Isidro en Piedras Blancas: la presunta realización y difusión mediante teléfonos móviles de fotografías a una menor del concejo que sale desnuda en las imágenes y que, supuestamente, no era consciente de lo que estaba pasando porque habría consumido alcohol.

En este sentido, y después de haber tomado declaración días atrás a cuatro chavales que comparten centro educativo con la menor, los agentes de la Benemérita hicieron lo propio ayer con varios profesores. De este forma, los investigadores quieren perfilar el entorno de la adolescente y las relaciones que mantiene con sus compañeros de estudio.

Fue la madre de la menor, vecina de Piedras Blancas, la que denunció ante la Guardia Civil la difusión de fotografías, a través de teléfonos móviles, de su hija desnuda tomadas durante las fiestas de San Isidro, marcadas, además de por una alta participación, por los excesos alcohólicos: la Policía Local tuvo que trasladar al hospital San Agustín de Avilés a varios menores afectados por intoxicación etílica tras comunicárselo a sus familias.

Hasta el 1 de julio de 2015 no era delito difundir imágenes de carácter íntimo si se había accedido a ellas lícitamente; es decir, si se habían captado con el consentimiento de la otra persona o si ésta las había dado voluntariamente. Esto lo cambió la última reforma del Código Penal, que introduce un nuevo apartado (197.7) por el que "será castigado con una pena de prisión de tres meses a un año? el que, sin autorización de la persona afectada, difunda, revele o ceda a terceros imágenes o grabaciones audiovisuales de aquélla? cuando la divulgación menoscabe gravemente su intimidad personal".