"Convertíos en esponjas". Ése fue el consejo que recibieron ayer los nuevos Médicos Internos Residentes (MIR) y Enfermeros Internos Residentes (EIR) del Hospital Universitario San Agustín por parte del gerente del área sanitaria III, Enrique González. En total, 21 facultativos y enfermeros noveles que se formarán durante los próximos años en las especialidades de Bioquímica (1), Farmacia Hospitalaria (1), Aparato Digestivo (1), Cirugía Ortopédica y Traumatología (1), Medicina Interna (2), Neumología (1). Psiquiatría (1), Psicología (1), Medicina Familiar (6), Enfermería Familiar y Comunitaria (4) y Enfermería de Salud Mental (2). El gerente del área sanitaria III aprovechó la bienvenida a los estudiantes para anunciar la intención del centro hospitalario de incorporar dos nuevas especialidades al mapa de formación, aunque sin concretar cuáles.

"He hablado con dos servicios y les he pedido que se planteen la posibilidad de pedir la acreditación y se preparen para dar formación MIR", apuntó González. No desvelar cuáles son se debe a una razón profesional. Y es que aún hay pendientes de nombrar varias jefaturas de área. De conseguir esas acreditaciones del Ministerio de Sanidad, esas formaciones no se comenzarían a impartir hasta dentro de dos años, por lo menos.

Los nuevos médicos y enfermeros que estarán entre 2 y 5 años -dependiendo de la especialidad- llegan desde centros universitarios de Oviedo, Gijón, Santiago de Compostela, León y Salamanca; y uno de ellos de Ecuador. El gerente, además de recomendarles ser "esponjas", les conminó a no dejar "en el tintero" ninguna pregunta a aquellos que les van a formar -"no perdáis un minuto"- y a arrimarse al personal de enfermería. "Quien os va a enseñar muchas cosas va a ser la enfermería. En sus unidades se aprenden muchas cosas de la organización y del manejo a los pacientes", comentó.

Enrique González también dio cuatro claves a los nuevos facultativos antes de iniciar el camino de la especialización. La primera, el carácter público del centro hospitalario y su dependencia a las normas que tienen que conocer. La segunda, el trabajo con herramientas informáticas. "Para los que están aquí desde hace muchos años no fue fácil adaptarse a ellas, pero vosotros no tendréis problemas en aprender esta sistemática de trabajo", recalcó. La tercera, que los MIR y EIR tengan en cuenta que las personas que acuden al hospital "tienen derecho a la información, a la confidencialidad y a una serie de exigencia" por ley. "Es un mundo más exigente de lo que nos encontramos nosotros cuando empezamos", reconoció. Y, finalmente, esto más como un consejo, que "respeten" a todos los profesionales que trabajan en el Hospital: cerca de 2.000 personas de muchas categorías y condición social. "Esto no es fácil que funcione si no existe respeto para cada uno de ellos", advirtió.

Esfuerzo

La llegada de médicos y enfermeros residentes supone un importante esfuerzo para el Hospital. Como explicó el gerente, "obliga" al centro a hacer revisiones constantes de los procesos, a mantener sesiones clínicas y hacer actividades formativas. "Introduce mucha exigencia para formar. Además, a partir de la mitad de la estancia, empiezan a desarrollar trabajo asistencial, con lo que supone", añadió Enrique González.