"Esperemos que pronto impere la cordura y la patronal no estire la goma. Nosotros no vamos a ceder", afirmaron ayer los estibadores avilesinos ante el inicio de la huelga en los puertos españoles. Afirman que sólo reclaman que las empresas garanticen la subrogación de la plantilla ante el nuevo escenario que se abre con la liberalización del sector. "Estamos en un sector sin pérdidas. Reivindicamos nuestros puestos de trabajo", sentenció uno de los miembros del comité de empresa de los trabajadores de la estiba en el puerto de Avilés, que engloba a medio centenar de personas.

El seguimiento de los paros convocados a las horas impares por los sindicatos fue total en los puertos de Avilés y Gijón y se saldó sin incidentes, como también sucedió en el resto del país. En Avilés los tres barcos que estaban previstos en los muelles pudieron cargar y descargar sus mercancías, aunque de forma ralentizada. En el puerto gijonés de El Musel, por contra, afectó a tres barcos mientras que otros cuatro pudieron operar con normalidad al estar excluidos del régimen de estiba. La huelga de la estiba en Gijón, con 47 trabajadores, afectó tanto a la carga y descarga de barcos como a las labores en tierra.

Los barcos afectados fueron el portacontenedores "Amerdijk", que cubre la linea X-Press Feeder y que tendría que haber partido con destino al puerto francés de Le Havre y luego el de Rotterdam hacia las ocho de la tarde de ayer, algo que no pudo ser por la huelga. Al cierre de esta edición se preveía que el barco pudiera abandonar El Musel antes de las cinco de la madrugada, hora en la que se produce el cambio de turno. El "Amerdijk" descargó 80 contenedores en El Musel y embarcó 129, la mayoría de ellos con destino a distintas terminales de Rotterdam, puerto en el que suelen hacerse transbordos para lineas transoceánicas.

Los otros dos barcos que se vieron afectados por la huelga son el "Interlink Tenacity", que atracó el día 1 para descargar 32.991 toneladas de cereales, y el "Roadrunni Bulker", que atracó el jueves de la semana pasada para cargar 52.000 toneladas de arenón (un tipo de escoria siderúrgica). Las fuentes consultadas indicaron que no estaba previsto que estos dos barcos pudieran abandonar el puerto gijonés en el día de ayer. La operativa en ambos buques se vio afectada desde el día 1 por lo que la patronal del sector ha calificado como una "huelga encubierta" que precedió al inicio oficial de la huelga ayer.

Desde la patronal se apunta que esa "huelga encubierta" -que los representantes de los trabajadores niegan- ha causado un importante perjuicio al puerto gijonés ante los clientes de las navieras, dado que lo más importante de un puerto es "su fiabilidad y estabilidad", por lo que temen que el puerto gijonés pueda perder tráficos en el futuro por la "mala imagen ante los clientes".

Los estibadores volverán a secundar la huelga mañana y el viernes. La semana que viene, si no hay acuerdo, se prevé un paro de 48 horas a partir del 14 de junio. Los paros parciales volverían los días 19, 21 y 23 de junio.

El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, confía en que sindicatos y patronal "se sienten a negociar", y lo hagan "en un clima de diálogo abierto a cerrar un acuerdo tendente, tal y como está contemplado en el real decreto ley y el decreto que lo desarrolla, a garantizar mantenimiento del empleo y la mejora de la productividad de nuestros puertos".