Los estibadores de los puertos españoles, incluidos los de Avilés y Gijón, comenzarán hoy una huelga de 48 horas al no alcanzar un acuerdo con la patronal en la reunión celebrada ayer "in extremis". La previsión es que el paro sea secundado por todos los trabajadores, por lo que, a buen seguro, la carga y descarga de los buques quedará completamente interrumpida.

El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, tachó de "pésima noticia" la falta de acuerdo. "Lo único que va a conseguir la huelga es generar un daño al conjunto de la economía española y mucho me temo que a la propia empleabilidad en los puertos si las compañías siguen desviando de forma permanente tráficos a puertos de fuera de España", aseguró. El Ministerio cifró en 36 millones de euros las pérdidas causadas por los paros parciales que convocaron los estibadores el lunes, miércoles y viernes de la semana pasada.

En la reunión de ayer, que duró tres horas, las empresas, englobadas en Anesco (Asociación nacional de empresas estibadoras y consignatarias de buques), rechazaron aceptar la propuesta lanzada por los sindicatos -Coordinadora de Trabajadores del Mar, UGT, CC OO, CIG y CGT-, que incluía adelantar parte de la bajada de sueldo del 10 por ciento. La razón de la patronal es que no podían acordar nada hasta que no se debata en su asamblea, prevista para la tarde del viernes: una vez que la huelga ya ha concluido. Por ese motivo, Anesco apeló ayer a la responsabilidad de los sindicatos para que desconvocaran los paros mientras duren las negociaciones y dar así margen a las empresas para analizar "con detalle" el nuevo documento de los sindicatos.

En él, los estibadores piden una garantía de mantenimiento del empleo mediante la subrogación de todos los trabajadores de la estiba tras la reforma del sector aprobada por el Gobierno de Mariano Rajoy. Respecto a la rebaja salarial, los estibadores plantean rebajar ya un cinco por ciento sus sueldos en aquellas empresas que acepten subrogar a sus trabajadores y participar en los centros portuarios de empleo (CPE). También están dispuestos a que se abran, como pedían las empresas, un proceso negociador en cada uno de los puertos, para ver cómo se adapta la estructura y que sean competitivos todos ellos.