Raquel Ruiz es la concejala de Hacienda, Juventud y Mujer. En estos dos años de mandato ha peleado presupuestos y ordenanzas y aunque confiesa que la responsabilidad supone "todo un reto", está contenta por "los objetivos cumplidos, por el trabajo que sale adelante y ver cómo repercute en la ciudad. Ruiz es la más joven de la Corporación, y su implicación con las áreas de Juventud y Mujer es evidente.
- Póngame un ejemplo de los objetivos cumplidos.
-Por ejemplo todo el tema de inversiones, que la gente te para por la calle y lo dice. En Santa Apolonia, por ejemplo, valoran que se ponga en marcha la obra. O ver cómo chavales de 16 años se manifiestan delante del Ayuntamiento con una pancarta contra la violencia de género.
- ¿Dónde encuentra las principales dificultades?
-En el diálogo con la oposición. Ir a los plenos como pasó con el del presupuesto sin saber si se iba a aprobar o no inquieta un poco. Y ver que al final no fluye el diálogo, que sólo hay confrontación continua. Y eso no es a lo que venimos, queremos sacar cosas adelante y la oposición no está en esa idea sino en la de obstruir.
- Tras la experiencia de estos dos años, ¿cree que hay margen para llegar a acuerdos con la oposición en lo que resta de mandato?
-Yo creo que va a seguir así los próximos dos años. Y no hay más. Lo que nos queda es seguir centrados en sacar objetivos adelante y, pese a las dificultades, seguir trabajando en ello.
- En lo que se refiere al área de Hacienda, el Estado puso a los ayuntamientos en el punto de mira. ¿Considera injusto las restricciones impuestas a la administración local?
-Mi opinión es que se ha reflejado una irresponsabilidad increíble por parte del Gobierno central al cargar sobre los ayuntamientos que tengamos que pagar una deuda que ellos son incapaces de manejar. Lo único que demuestra es que están echando balones fuera. Me parece muy injusto, irresponsable, y la dinámica que tenemos que tener ahora todos los ayuntamientos es eso: exigir que sean responsables con sus obligaciones y que a nosotros nos dejen realizar nuestro trabajo del día a día, que sabemos hacer muy bien. Somos las administraciones que más superávit tenemos. Al final la gente no entiende que sus impuestos tengan que ir destinados a amortizar una deuda que un ayuntamiento igual no tiene. Quieren ver inversiones.
- ¿Qué deuda tiene Avilés?
-Un 45 por ciento de deuda viva respecto a los ingresos corrientes. El límite es del 75 por ciento. Hemos realizado diferentes operaciones de renegociación de deuda, hemos amortizado también, y con la liquidación del ejercicio de 2016 no tendría sentido hacer más amortización de deuda, pero hay que hacerlo.
- ¿A qué hubiera destinado ese dinero, si hubiera podido?
-Me parecería mucho más prioritario destinarlo a inversiones sostenibles o gasto corriente, como ayudas, dinero para planes de empleo?
- Es una limitación grande.
-Claro, y más cuando llevamos una política de congelación de tasas y precios públicos. Somos conscientes de que no vamos a subirlas, llevamos una política de congelación aunque hayan subido los costes de los servicios. El margen de maniobra es en impuestos, y lo único que hemos tocado es el IBI y la plusvalía, pero a favor del contribuyente, con una serie de bonificaciones. Subieron los costes, pero nosotros mantenemos la presión fiscal y la idea es dejarla así los próximos años.
- ¿Cómo compensará la caída de ingresos del IBI urbano?
-Tenemos cedido el impuesto al ente de Servicios Tributarios del Principio. Están a la espera de que se regule la ley. No están haciendo liquidaciones. Cuando se ajuste la ley se volverán a hacer. Y hemos solicitado desde la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) que sea el Estado quien cubra esa pérdida de ingresos correspondiente a los cobros indebidos que hay que devolver.
- ¿La falta de diálogo con la oposición que antes mencionaba afecta sólo a Hacienda?
-No, yo creo que es común a todas las áreas.
- Pregunto porque suponía que en áreas como la de igualdad el consenso será la tónica habitual.
--Dentro de unos meses, cuando pase el verano, llevaré al Pleno un plan de igualdad. Espero que sea aprobado por unanimidad. Se trata de un plan del estilo del que tiene Gijón, una carta de servicios de igualdad, violencia de género, participación, cultura, con las mujeres.
- ¿Por qué cree que hay que seguir hablando de igualdad?
-Todo evoluciona, el machismo también y ha encontrado nuevas maneras de reproducirse. Medios de comunicación, redes sociales, nuevos hábitos de los jóvenes? Hay que saber responder. Ahí está el papel de la educación, que es donde más en contacto estamos con los chavales jóvenes. Es necesario hacer un análisis de los nuevos machismos y ver cómo podemos atacarlo desde la educación.
- ¿Qué herramientas existen?
-Desde Avilés tenemos el proyecto "Los buenos amores", que ataca la violencia de género desde edades muy tempranas y hace a los jóvenes pensar sobre cuestiones que tiene admitidas y conductas que a priori no ven que puedan ser machistas. Y seguimos colaborando con otras entidades como Xurtir. Este año hemos tenido un crecimiento de demandas de los talleres de violencia de género en los institutos. Y hemos tenido que hacer una modificación presupuestaria para poder cubrir el gasto de esos talleres.
- El juez de violencia de género reprochó que faltaban medios.
-Pero no es sólo en Avilés. Los medios que se utilizan para combatir la violencia de género son la Policía Nacional y la Local. El número de efectivos al final depende del Gobierno central. Y es cierto que ha habido una serie de recortes en la Policía Nacional. El problema va mucho más allá, si aumenta el número de denuncias no es normal que se reduzca el número de agentes. Tiene que haber muchos más recursos.
- Las concejalías de igualdad de Avilés, Castrillón, Corvera e Illas han conseguido un consenso sorprendente, pese a defender diferentes siglas políticas.
-La clave es que trabajamos personas desde diferentes gobiernos, no hay una oposición. Además somos todo concejalas, y para todas es nuestro primer mandato. Y tenemos quizá otra mentalidad. Más ganas de construir y de sacar proyectos adelante. Nuestro día a día es ese, y hay muy buena sintonía. Somos feministas muy concienciadas. Y somos conscientes de que por encima de cualquier cosa está la lucha feminista, corregir las desigualdades. No puede ser que los diferentes signos políticos interrumpan esa lucha. Ante todo está la igualdad, lo tenemos muy claro.
- Esta semana fue el Aquelarre. ¿Por qué sólo para mujeres? La igualdad es cosa de todos.
-Es una fiesta que trata básicamente sobre el empoderamiento de la mujer. En lugares públicos cuando hay hombres y mujeres está demostrado que los primeros que hablan son los hombres. Las mujeres vivimos invisibilizadas en diferentes ámbitos en el día a día. Es necesario que tengamos un espacio nuestro para poder hablar con la seguridad que necesitamos a veces y que quizá no tenemos si estamos en otros espacios. Al final es una fiesta para visibilizar el movimiento feminista y la lucha de las mujeres, con la que hemos conseguido muchas cosas.
- ¿Qué retos se marca en Juventud?
-Vamos a poner en marcha después de verano un plan de ocio alternativo para jóvenes. Veíamos que había muchos chicos entre 12 y 18 años que se van haciendo mayores, tienen otros gustos y buscan otras maneras de pasar el tiempo. Y se encuentran problemas. Algunos ya empiezan a beber, a ir al botellón? proponentes a conducta de riesgo. Queremos que esta ciudad les ofrezca una opción sana y saludable a través de este programa.
- ¿Se trata de recuperar el espíritu de "Abierto"?
-Va un poco por ahí. Talleres, deporte, jornadas en espacios abiertos y espacios medioambientales, ir a hacer rutas? Recuperar el contacto con los espacios verdes y que los chavales interactúen entre ellos de manera saludable.
- Fomenta la implicación de los jóvenes en la participación ciudadana.
-El consejo de infancia y adolescencia, que cada vez tiene más participantes, ya está evaluando el segundo plan de infancia. Y los adolescentes que ya han superado esa edad y que han salido del consejo han creado su propio programa de participación, porque la oposición no quiso que entraran en el consejo de juventud. Están haciendo es actividades en diferentes barrios para dinamizarlos.
- ¿Qué tal funciona la oferta del Patio de Juventud en el edificio Fuero?
-Tiene bastante participación. Son proyectos diferentes que al estar en el mismo espacio conviven y se van sumando. Los que van a la radio al final también van a actividades de inglés? Entre todos van creciendo con sentido global.
- Usted se marcó en las primarias del PSOE con Susana Díaz. ¿Cree que el partido será capaz de superar la crisis y trabajar unido?
-Yo creo que debe de ir por ahí. Después de unas primarias todos los militantes tendrían que caminar para buscar la unión y reconstruir un partido fuerte contando con todos y todas. Pero no sé si esa unión se está dando. Y es lo que a mí me preocupa.
- ¿Le preocupa que los vencedores se venguen de los vencidos?
-Lo que me preocupa es que los vencedores no sean conscientes de que el partido lo forman todos. Y que estamos para gobernar un país y aportar soluciones a una sociedad. Y que esa filosofía no la tengan los vencedores me preocupa muchísimo. Que estén más a batallas internas y a discriminar a unos o a otros sí que es preocupante para un partido.
