La muerte del cisne negro que vivía en el estanque del parque Ferrera trae cola. La difusión que hizo el biólogo Luis Laria, fundador y presidente de la Coordinadora para el Estudio de las Especies Marinas (Cepesma), de su fallido intento por hacerse cargo del animal el pasado fin de semana ha generado una oleada de indignación entre avilesinos y foráneos que recriminan al servicio municipal de Parques y Jardines -y por extensión al equipo de gobierno- un pasotismo impropio de un concejo que presume de ser "amigo de los animales".

Laria, quien ayer no respondió a las llamadas telefónicas que le hizo este diario, entró en escena en este culebrón que acabó con la muerte del cisne negro avilesino al ser avisado por personas que frecuentan el estanque del Ferrera de que el ave estaba moribunda y "abandonada a su suerte". Según cuenta el biólogo en su perfil de Facebook, ya hace semanas que se había solicitado el confinamiento del cisne en un espacio adecuado para su delicado estado: viejo, débil y triste. Además, lo atacaban otros animales e incluso algunos desaprensivos. "Nada de eso se hizo, por lo que viendo sus padeceres, Cepesma exigió a la Policía que tomara medidas. En vano", escribe Laria.

A la vista de la situación, el biólogo vino el pasado sábado a Avilés con idea de llevarse el cisne para que, al menos, tuviera paz y cuidados adecuados en los últimos días de su vida. Ahí topó con la burocracia: "Cuando solicité llevarlo (a la Policía Local) me comentaron que no era asunto de su incumbencia, ni de la nuestra... que era un tema de Parques y Jardines". A Luis Laria le llamaron el lunes de nuevo, pero esta vez para recoger el cadáver del ave, que había muerto el mismo sábado al atardecer. "Esa es la responsabilidad del organigrama administrativo del Ayuntamiento de Avilés", critican Laria y decenas de seguidores de su página de Facebook enervados con este asunto.

El concejal responsable del área de Parques y Jardines de Avilés, Miguel Ángel García Balbuena, lamentó ayer todo lo ocurrido en relación al cisne y trató de sacar una lectura en positivo: "Está claro que falló el protocolo que existe para estos casos al tratarse de un fin de semana y no haber con quién contactar; revisaremos el procedimiento para mejorarlo".

El edil destacó, no obstante, que el cisne negro estaba poco menos que "sentenciado" por ley natural dada su edad (más de 30 años) y la muerte hace un año de su pareja (un hecho que suele provocar al poco tiempo el fallecimiento del ejemplar que queda vivo). Y añadió que "no murió falto de atenciones ni maltratado".