El anterior director del Niemeyer, Natalio Grueso, reconoce que su exmujer (J. P.) viajó a cargo de las arcas del complejo cultural, una práctica que, a su modo de ver, no supone irregularidad alguna porque lo hacía como "colaboradora" del centro. El cargo a la Fundación del Niemeyer de gastos en viajes de amigos y familiares de Grueso y personas ajenas a la entidad constituye uno de los pilares de la investigación judicial abierta por supuestas irregularidades en la primera etapa del proyecto cultural. El argumento esgrimido por la defensa de Grueso, a cargo del letrado Pelayo Mijares, es la siguiente: "Esas facturas se incardinan dentro de la figura de voluntario o colaborador que acostumbra a participar en las actividades de las entidades sin fines lucrativos, como es el caso de la Fundación Niemeyer".

El exdirector del centro, para el que la Fiscalía pide once años de prisión, presentó ayer en el juzgado su escrito de defensa, que incluye un informe de un economista especializado en fundaciones (Enrique Rúa Alonso de Corrales), que rebate las conclusiones del inspector de Hacienda que ha colaborado en la investigación del "caso Niemeyer" como perito.

Ese nuevo documento, que supera las 200 páginas, descarta que Grueso tuviese responsabilidad alguna en las irregularidades contables de la Fundación del Niemeyer, entre otras cuestiones porque no era un asunto de su competencia, y busca probar que todas las facturas emitidas por la agencia de viajes que trabajaba con el Niemeyer y que pagó la Fundación "responden a servicios prestados y relacionados con su actividad". "Los problemas y diferencias de contabilidad tanto por parte de la Fundación Niemeyer como de Viajes El Corte Inglés son una constante en la historia de las relaciones contractuales mantenidas entre dichas entidades, pero en ningún caso acreditan la comisión de ilícito penal alguno", apunta en el escrito el abogado Pelayo Mijares.

El defensor de Grueso también rechaza responsabilidad alguna por parte del agente de viajes J. M. V., para el que la Fiscalía pide ocho años de cárcel. "En todo momento recibía instrucciones de la central en Madrid, siendo todas sus actuaciones autorizadas y supervisadas por sus superiores, que tenían pleno conocimiento de la situación (...) Ni J. M. V. intervenía ni tomaba decisiones respecto a la contabilidad de la agencia de viajes, ni Natalio Grueso participaba ni tomaba decisión alguna respecto a la contabilidad y facturación de la Fundación Niemeyer", asevera Mijares sobre la "trama para alterar la contabilidad" de la que hablan las acusaciones.

Los viajes

Esa línea argumental coincide de lleno con la que traza el abogado de J. M.V., Antonio Pineda García: "Todo lo que se le imputa (a J. M. V.) se llevó a término porque sus superiores en Viajes El Corte Inglés así se lo permitieron, ya que les interesaba captar y mantener como cliente a la Fundación del Centro Cultural Oscar Niemeyer". El letrado subraya que "todo lo facturado a la Fundación Niemeyer fue cobrado por Viajes El Corte Inglés", no habiéndose apropiado su representado "de cantidad alguna".

La defensa de Natalio Grueso niega la alteración de facturas y habla en todo momento de "servicios reales": "Aunque en algunos casos se hayan utilizado para su registro otros documentos distintos a los reconocidos oficialmente" por la agencia de viajes, "ese proceder no ha ocasionado una mayor deuda para la Fundación ni ha encubierto operaciones ficticias para detraer fondos" de las arcas de la entidad, así como "tampoco esconden tales documentos operaciones simuladas".

Mijares detalla en su escrito cómo fueron las negociaciones y cuáles las consecuencias del contrato suscrito entre la Fundación Niemeyer y las entidades Brooklyn Academy of Music yThe Old Vic (los actuales gestores del Niemeyer acusan también a Grueso de pagar con dinero del centro representaciones que acabaron en Madrid). Fruto de ese acuerdo, Avilés acogió el estreno en España de "Ricardo III", con Kevin Spacey como protagonista. "Lo que se hizo fue coproducir. En la segunda temporada del proyecto 'The Bridge Project' el Teatro Español no pudo pagar su cuota de coproductor y allí fue donde el Centro Niemeyer pudo colarse en la primera división de la programación teatral pagando la cuota de coproductor", argumenta Mijares, que atribuye parte de la deuda del centro al tiempo en que estuvo parado "por razones políticas".

Natalio Grueso dirigió los teatros municipales de Madrid, entre ellos el Español, tras dejar en 2012 el Niemeyer, un trabajo que según su abogado perdió por la repercusión del "caso Niemeyer". "Natalio Grueso ha sido objeto de un constante acoso político, judicial y mediático que acabó con su relación laboral en el Ayuntamiento de Madrid. Esta situación le ha supuesto unos daños irreparables, tanto personales como profesionales, económicos y patrimoniales, destrozando su prestigio profesional y su reputación, cuando estaba considerado uno de los mejores gestores culturales del mundo", sostiene el letrado. Y añade: "El Centro Niemeyer se convirtió en tres años en uno de los diez espacios culturales más importantes de España y generó ingresos de imagen para la ciudad por valor de cerca de 100 millones de euros".

En el "caso Niemeyer" también están imputados José Luis Rebollo, exsecretario de la Fundación del Niemeyer; J. P., exmujer de Natalio Grueso, y Marc Martí, exjefe de producción del Niemeyer.