La hoguera de Trasona, una réplica de una mina hecha de madera de dos metros de alto y con un castillete adosado de otros seis metros, prendió ayer antes de tiempo y dio un buen susto a los cientos de asistentes a la fiesta del pantano. Una bengala encendió la pira a diez minutos de la medianoche, lo que provocó, a su vez, que se dispararan otro material pirotécnico cerca del público. Por fortuna, no hubo que lamentar ningún daño personal. Es el segundo incidente consecutivo en Trasona, después de que el año pasado la hoguera tardara casi una hora en arder. Esta vez fue al revés: se adelantó. Del susto se pasó pronto a la diversión, que corrió a cargo, entre otros, del grupo "Dixebra".

El espectáculo de encendido de la hoguera de Trasona, un homenaje a la mina, corrió a cargo de "Nun Tris". Los deseos de unos y las malas experiencias de otros, según la costumbre, fueron ardiendo poco a poco durante toda la noche. Antes, se había hecho el ensayo con la "foguerina" infantil, que fue pasto de las llamas en la zona de Overo: una lámpara de mina, con la que los más pequeños disfrutaron bailando a su alrededor, mientras en el prao del palacio sonaba la gaita de Bras Rodrigo y en la zona de las palmeras se iniciaba la larga sesión de música electrónica. Tras botar al ritmo de 30 años de canciones de "Dixebra", la fiesta la cerró una orquesta, "Clan Zero".

La hoguera no solo ardió en Trasona. La comarca entera se calentó junto al fuego en una noche más fresca de lo que fue la semana. En Avilés, la plaza de Pedro Menéndez acogió la foguera decana de la comarca. Cuando las llamas quemaban la noche, decenas de vecinos bailaron la tradicional danza prima.

En Castrillón, se mantuvo la costumbre vecinal de organizar la hoguera, como ocurrió en La Braña, Raíces Nuevo, Las Bárzanas y Arnao. Pero donde más se dejó sentir la fiesta fue en la playa de Salinas, el lugar en el que decenas de personas no quisieron faltar a la tradición de encender su fuego en la arena, aunque teniendo que dejar de lado la norma municipal y además mirando de reojo a la pleamar, que cayó a las cinco de la madrugada. También miraron al mar en Luanco, donde la pira encendida se reflejó sobre las aguas de la playa de Santa Marina durante más de una hora, con el ritmo de la orquesta "Pasito Show" en el cuerpo.

En San Juan de la Arena, la noche de la hoguera abrió las fiestas de la localidad, que por primera vez contaron con un pregonero, el artista Lolo Serantes, que con un toque de humor, repasó su infancia en el pueblo: "Íbamos a ver como montaban los coches de choque, que era donde estábamos todos los días". También habló de la fragata "Nuestra Señora de las Mercedes", cuya réplica ardió en la hoguera horas más tarde, en medio del jolgorio.

Hay otra tradición que no puede faltar el día de San Juan, la de enramar las fuentes, tal y como hicieron en Llaranes y, sobre todo, en Gozón, donde se celebró el concurso, en el que participaron diez fuentes engalanadas y que ganó la asociación de San Martín de Cardo, en El Ordoño.