El Gobierno regional está decidido a plantarle cara a la contaminación. O al menos eso aseguraron ayer los directores generales de Prevención y de Calidad Ambiental, Elena Marañón y Manuel Gutiérrez, respectivamente. Ambos representaron a la Consejería de Medio Ambiente que ahora dirige Fernando Lastra en la reunión de la comisión de seguimiento del Plan de Calidad del Aire de Avilés. Gutiérrez avanzó que la versión definitiva del nuevo plan, que incluye diversas actuaciones a ejecutar hasta diciembre de 2019, será aprobado en julio. Ayer, los integrantes de la comisión estudiaron las trece alegaciones presentadas al documento por catorce entidades, empresas y particulares.

La comisión también analizó el estado de la calidad del aire y el protocolo que establece cómo deben actuar las administraciones públicas cuando la polución aumenta a causa de situaciones de estabilidad atmosférica que dificultan la dispersión de los contaminantes. Marañón explicó en este sentido que para Avilés -existen protocolos para cada una de las cuatro zonas industriales en las que está dividida Asturias- se han adecuado dos niveles de activación de alertas y un nivel preventivo. "Este último se pondrá en marcha cuando sin llegar a alcanzarse el valor límite de partículas existan valores elevados de las mismas", anunció. Destacó, en este sentido, el peso de las "grandes y no tan grandes empresas". Tanto es así que las nuevas medidas incluidas en el protocolo preventivo incidirán en la reducción de emisiones, la aplicación de límites más estrictos, la implantación de medidores en continuo en los principales focos y acciones concretas para disminuir las emisiones difusas procedentes de los acopios de minerales. El plan establece también un sistema de videovigilancia que permitirá detectar y corregir las incidencias relacionadas con las actividades generadoras de emisiones a la atmósfera. El entorno portuario también está en el centro de la diana. En este sentido, según Marañón, se actuará en las operaciones realizadas con graneles, se mejorarán los almacenamientos y la instalación de apantallamientos, así como la limpieza de viales. También habrá sistemas de videovigilancia.

En el casco urbano de Avilés -el tráfico rodado causa aproximadamente el 50 por ciento de la contaminación atmosférica- se prevén asimismo actuaciones incluidas en el plan de movilidad municipal, un documento coordinado con el del área metropolitana del Gobierno.

Por último y en respuesta a solicitud del Ayuntamiento de Castrillón, otra medida adoptada por el Principado es la reubicación de la estación medidora de Salinas. Además, se trasladará una de las estaciones de Fertiberia hasta una zona poblada en Corvera y la de Arnao, perteneciente a Asturiana de Zinc, se moverá a un área habitada de Castrillón.