La costera del bonito del Norte entra en su momento álgido, cuando, por tradición, se capturan grandes cantidades. Por el momento se están cumpliendo los objetivos y los pescadores están encontrando los cardúmenes cerca de la costa -están a unas 15 horas de viaje desde Asturias, al norte de Bilbao- lo que, a su vez, ha provocado que los precios se estabilicen por el importante volumen de descargas en los puertos. Y Avilés no es una excepción. Comenzó con un junio tímido pero, entrado julio, las ventas ya empiezan a ser habituales, aunque no diarias. La rula subastó el pasado mes de junio 48.000 kilos de bonito por los que facturó 414.000 euros. Solo esta semana, se vendieron 84.000 kilos.

"La campaña va bien pero lo importante es que no bajen más los precios porque dejaría de compensar ir a pescarlos", aseguró ayer Fidel Álvarez Garaot, armador del "Esmeralda III". Actualmente, el precio medio que se paga por el kilo de este pescado en la rula es de unos 4 euros el kilo. Ayer, en Avilés, los bonitos grandes se subastaron a unos 6 euros; los recortados, a 4 euros, y los pequeños, a 3 euros. "El precio ha bajado esta semana. Así que estaremos contentos mientras compensemos trayendo buenas cantidades", afirmó Álvarez Garaot.

La previsión es que la campaña de bonito se alargue hasta mediados de octubre. Eso sí, si no pasa como el año pasado, cuando el Gobierno estatal ordenó el cierre de la pesquería al agotarse el cupo de túnidos. La culpa de ello la tuvo el propio Estado, según los pescadores, ya que intercambió cuota de bonito con Francia a cambio de más merluza. "Cambió un producto que beneficia a cuatro comunidades del Norte por otro que sólo beneficia a cuatro armadores. Y sin contar con nuestro criterio. Este año esperamos que no haya el mismo problema, y más sin consultar al sector", manifestó el armador cuyos barcos suelen estrenar la costera asturiana del bonito.

Estos días, la flota está concentrada frente a las costas vascas, al norte de Bilbao y cerca también de Francia. Según explicaron fuentes del sector, este año hay menos embarcaciones asturianas enroladas en la campaña. La mayoría de la flota comunitaria, que en 2016 sí participó en la costera, optó este año por no salir al bonito tras la mala experiencia del año pasado. "No fue buena para ellos, así que este año están comprando más cupo de merluza y se están dedicando a eso", comentaron las mismas fuentes.

Ahora, los protagonistas de la campaña confían en que los bonitos continúen estando en las mismas zonas cercanas a la costa y no "desaparezcan". "Si quisieran, podrían ir a pescar hasta las embarcaciones deportivas", comentaron personas cercanas al sector.