"Dad, y os será dado; (...) Porque con la medida con que midáis, se os volverá a medir". (Lucas 6:38) El Evangelio de Lucas alecciona con versículos como este sobre la generosidad que debe guiar el comportamiento de un buen cristiano, una virtud que además de predicar parece adornar al sacerdote Ángel Fernández Llano, quien ayer cumplió 90 años -30 de los cuales han transcurrido en Avilés- y con tal motivo fue agasajado por sus feligreses, los de ahora en San Antonio de Padua y los de antes en Santo Tomás de Cantorbery, por sus compañeros en el clero y por cuantos le estiman.

Y entre esos últimos estuvo un anónimo pordiosero que ayer, cuando nadie le veía, media hora antes de que empezara la misa de acción de gracias en honor a Fernández Llano, se acercó al confesionario donde el sacerdote impartía el sacramento de la penitencia y, con los ojos humedecidos por la emoción, cogió la mano del cura y le felicitó por su 90º cumpleaños. "Que viva usted muchos años más don Ángel, porque si falta algún día se me partirá el corazón", le vino a decir, según explicó minutos más tarde a LA NUEVA ESPAÑA el propio mendigo. "No hay palabras para agradecer lo mucho que ha hecho don Ángel en estos cuatro años (los que lleva adscrito a la iglesia de San Antonio de Padua) por mí y por mi mujer. Es un hombre de una nobleza extraordinaria que nunca falla a los pobres", añadió.

La junta de gobierno de la cofradía de La Soledad y la Santa Vera Cruz también expresó horas antes del homenaje popular a Ángel Fernández Llano su agradecimiento por la labor que ha realizado el cura en los 30 años que lleva en Avilés. Fernández Llano fue consiliario de La Soledad durante más de 25 años "y es justo reconocer todo el apoyo que nos ha prestado durante ese tiempo; por eso fue nombrado en 2014 cofrade de honor de nuestra hermandad", indicó la directiva de la cofradía de Sabugo en un comunicado.

El arcipreste de Avilés, Vicente Pañeda, uno de los cinco sacerdotes que ayer compartió altar con Fernández Llano, lo definió como "hombre sabio". Y Francisco Álvarez-Buylla, coordinador de Cáritas, como "un magnífico sacerdote que en su dilatada trayectoria pastoral ha tocado todos los palos".

El interesado, sobrepasado por tanto elogio y cariño popular, empezó la misa de acción de gracias con motivo de su nonagésimo cumpleaños agradeciendo al Señor la vida "tan larga y plena" que le ha dado y asegurando que mientras haya salud, habrá cura.