Fue el primer procedimiento fotográfico, que se difundió oficialmente a partir de 1839. Pero lejos de dormir en los museos, el daguerrotipo ha cobrado nueva vida. Las fotógrafas francesas Nina Zaragoza y Helene Vedrenne, afincadas en la provincia de Alicante, ofrecen esta semana a un grupo de profesores de la Escuela Superior de Arte de Asturias, en Avilés, unas sesiones formativas para explicar todo el proceso del daguerrotipo. "Estamos viviendo el tercer revival del daguerrotipo, es una materia prima diferente", apunta Vedrenne, que señaló que ya en los años ochenta y noventa hubo creadores interesados en recuperar esta forma de tratar las imágenes. Autores como Mike Robinson marcan las cumbres conseguidas en la actualidad con esta antigua técnica de revelado.

En la época de la multicopia, esta forma de materializar las imágenes tiene mucho atractivo. "Nosotras empezamos a trabajar con daguerrotipos para liberarnos de los cambios del mercado analógico. Pero además el proceso te permite crear un objeto único, cada foto es diferente, no es reproducible, y eso a mucha gente le gusta", asegura Vedrenne. Esa unicidad de la pieza única y el trabajo artesanal, con las manos, hacen que muchos artistas y fotógrafos se interesen por la técnica.

Eso sí, las profesoras del taller dejan claro que no se trata de repetir lo que hicieron los maestros antiguos, ni de utilizar cámaras de siglos pasados. Su filosofía es aplicar esta técnica de reproducción de imágenes para una creación contemporánea, realizada con cámaras actuales, con imágenes que incluso transforman digitalmente. Ellas plasman el resultado final en una placa de cobre, recubierta de plata, que luego se protege para evitar que la imagen se deteriore. El material de cada pieza puede costar unos 20 euros, según afirman.

Vedrenne y Zaragoza forman el Taller Daguerrotipo, especializado en impartir este tipo de cursos. Y también realizan exposiciones conjuntas, bajo el nombre Simone Chouelle. Huyeron de París en busca de una buena luz, y la encontraron en la costa española, donde se asentaron. Estos días muestran todo su arte en Avilés, donde esperan dejar impronta.