La administración pesquera estatal quiere tener, según afirma el subdirector general de caladero Nacional, Rafael Centenera, en una circular remitida a las cofradías, "una costera tranquila" de bonito y en ese sentido ha hecho las oportunas gestiones para evitar que la sanción que impuso la Unión Europea a España por la sobrepesca de esa especie en 2016 tenga consecuencias traumáticas para la flota. Y es que la multa pesquera impuesta a España no es poca cosa: 2.269.356 kilos a deducir de la cuota para este año como penalización por haber pescado durante 2016 1.891.130 kilos de más.
Considerando que la cuota total concedida a España de bonito para la presenta campaña fue de 14.981.130 kilos, la resta de los kilos de la multa la hubiera dejado en poco más de 12.500 toneladas, con el consiguiente trastorno y merma de ingresos para las flotas que capturan el túnido, entre ellas la asturiana. La primer medida que adoptó la Secretaría General de Pesca fue llegar a un acuerdo con la Comisión Europea para prorratear la multa en tres años, de modo que para 2017 correspondería deducir de la cuota general sólo 756.452 kilos. Aún así, los responsables pesqueros españoles buscaron otra vía para compensar a los pescadores de bonitos y lograron negociar un traspaso de cupo con Portugal, que cedió a España 350.000 kilos. De este modo, la cuota española de bonito para este año queda fijada en 14.574.678 kilos, de los que, según fuentes ministeriales, van pescados hasta la fecha unos 5.000. La Administración central asegura que seguirá buscando cuotas adicionales para poder acabar la campaña bonitera "sin sobresaltos" tras la mala experiencia del año pasado.
