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A bordo del "Creoula"

Hacia el corazón del Mediterráneo

El buque-escuela de la Armada portuguesa sale de Puerto Pi y pasa frente a la isla de Formentera

Puerto Pi desde el "Creoula".

Zarpamos de Puerto Pi el sábado a las 9 horas, con profesores e instruendos uniformados y formados en cubierta, por estribor.

Una vez fuera de la bahía la vida a bordo comienza su actividad habitual, con los cuartos o turnos de guardia otra vez en funcionamiento, así como el resto de tareas. Sin embargo hoy es un día especial, después de la visita a Palma, una ciudad rebosante de turistas y en donde se celebraba, en ese dia de ayer, la tradicional recepción veraniega de SSMM los Reyes, don Felipe y doña Leticia, a las, personalidades, autoridades y Gobierno balear.

Por la tarde, en el combes del barco, los músicos que forman parte de la expedición ofrecieron un improvisado concierto de blues, en el que no faltó la armónica, el saxo, el oboe, el melodion y la percusión. Las piezas musicales trajeron frescura a un día en el que el sol pegaba con fuerza.

Pasadas las 19 horas el Comandante ordena largar velas del trinquete, contra trinquete, mayor y también la polaca, para aprovechar la suave brisa con la que nos empezaba a obsequiar Eolo y que, además de impulsarnos graciosamente, nos refrescaba, al final de una tarde muy calurosa.

A las ocho, la megafonía anuncia con voz melodiosa: "o jantar va a ser servido", es decir, la hora de la cena. Después de reponer fuerzas pudimos observar desde cubierta, un atardecer lleno de matices y colores a nuestro paso frente a Formentera. El sábado camina hacia su final, pero no la actividad, el conocimiento y la aventura, en un periplo que mañana continuará en pleno corazón del Mar Mediterráneo, sin más testigos que el mar y nosotros mismos, a bordo del "Creoula".

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