"La Unión Europea (UE) es un caso de éxito. Desde 1990 hasta ahora ha reducido las emisiones a la atmósfera de gases con efecto invernadero y, pese a ello, su economía ha crecido", aseguró ayer Eduardo González Fernández, el subdirector general de la Oficina Española de Cambio Climático, uno de los ponentes del curso "Cambio climático y transición energética" que comenzó ayer en el chalé de La Granda y se despide este mediodía.

"Esta realidad choca con la idea lanzada por Trump de que las industrias no pueden crecer si reducen sus emisiones", aseguró. La explicación de esta aparente paradoja es "la eficiencia energética". Y es que la propuesta es que bajen las emisiones un 20 por ciento "y en 2020 estaremos por el -23%", apuntó uno de los responsables de la política de cambio climático español.

Pese a esto, González Fernández advirtió que el mundo emite cada año a la atmósfera "40 gigatoneladas de gases con efecto invernadero... y eso son muchos ceros y muchas toneladas", apuntó el subdirector de la oficina que se encarga de preparar a España ante los retos ambientales que tienen que desarrollarse en 2020 y 2030. La idea general es no llegar a 2100 con una subida de la temperatura más allá de dos grados. "Hay que recordar que lo que estamos haciendo no es reversible, esto es, en el escenario peor que proyectamos tenemos que la temperatura va a ascender en 2100 cuatro o cinco grados. Esto supone la desaparición de las masas de hielo y el aumento del nivel del mar. Desde hace siglos está en 3 milímetros cada año", apuntó. Esto puede tener repercusiones sociales de primer orden: las migraciones masivas.