La energía nuclear seguirá teniendo un peso fundamental como fuente energética en España. Así lo aseguró ayer en La Granda el presidente del Foro Nuclear, Ignacio Araluce, que considera que el cierre de la central de Garoña anunciado hace tan solo unos días "ya es pasado". Araluce abogó por mantener el parque nuclear español e incidió en la carga fiscal que soporta el sector. "El 42% de la facturación son impuestos. Pagamos hasta por respirar. Nos han metido un rejón de muerte", aseveró.

El portavoz de la patronal del sector nuclear participó en una mesa redonda sobre el papel de las diferentes fuentes en la transición energética en el chalé de La Granda propiedad de Arcelor-Mittal. "Con muy poca potencia generamos un montón (de energía) porque estamos todo el día en la red. España es uno de los países nucleares del mundo. El 70% de lo que factura esta industria son exportaciones. Tenemos 27.000 trabajadores y la mitad son titulados universitarios. Abogamos por mantener el parque que tenemos", aseveró. Araluce defendió la nuclear como una energía limpia, que "no emite dióxido de carbono". "El debate no está en el mix energético, sino en la reforma del sistema del mercado y la fiscalidad", aseveró.

La defensa del "oro negro" correspondió al presidente de la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores), Pedro Miras Salamanca: "El mundo consume más petróleo que nunca (casi 97 millones de barriles día) y el crecimiento es constante, no es cierto que esté a punto de desaparecer. Otra cosa son los hábitos de consumo, que sí que serán distintos, cambiarán los usos. En los países desarrollados las ciudades cambiarán el uso de carburantes por otro tipo de transporte. El mundo seguirá consumiendo petróleo. Todas las energías tienen su espacio y tienen que convivir".

El presidente del Mercado Ibérico del Gas (Mibgas), Antonio Erías, criticó que "las tecnologías fósiles están demonizadas". "La sociedad las interioriza como algo que hay que sustituir por algo que ya estaba ahí, como es el viento", dijo. Y añadió: "El gas va a tener una presencia importante, cubrirá el hueco que vayan dejando las tecnologías más demonizadas, pero esto no es de hoy para mañana. Hay combustibles fósiles para bastantes años y el gas tendrá un papel relevante como tecnología de respaldo en el proceso de transición energética".