La extremeña Esther Méndez (Jaraíz de la Vera, Cáceres, 1991) es "Bambikina", la chica del folk en español que creció entre vinilos de Boy Dylan y "The Beatles" que graba en analógico, como su ídolo de Minnesota. Esta artista de 26 años, publicista y relaciones públicas de formación, actuará el sábado en el Festival Las Músicas (Centro Niemeyer, 20.00 horas), en el que comparte cartel con "Amparanoia" y "Bombino". Será su primera actuación en Asturias y viene con "toda la artillería pesada". "Vamos con las canciones de 'Referencias', con un directo muy potente. Nos dejamos la piel en el escenario para ofrecer un gran concierto", promete.
- ¿Cómo llega una niña de Jaraíz de la Vera a actuar en festivales por toda España?
-La música ha estado presente en mi vida desde que era muy pequeñita. Me crié entre vinilos de Neil Young y Bob Dylan. Mi padre tenía una guitarra, con la que empecé a practicar, y todo eso fue dejando poso. A los 18 años me fui a Madrid a estudiar Publicidad y Relaciones Públicas, empecé a tocar en salas muy pequeñas hasta llegar al primer LP y al álbum que defendemos ahora.
- Artista autodidacta.
-Sí, a los ocho años me apunté a clases de piano pero odiaba solfeo. Para mí la música era como una vía de escape, siempre la he vivido de forma muy libre.
- "Referencias" tiene aires "Tex-Mex", ¿qué le aporta México?
-México tiene una riqueza cultural fantástica, sus tradiciones, leyendas y mitos me resultan muy inspiradoras. Tanto en los sonidos como en las letras siempre está presente México, ese sonido fronterizo es característico en nuestras composiciones.
- ¿Qué inspira a "Bambikina", además de México?
-Toda América Latina me resulta muy inspiradora, el realismo mágico, Cortázar, "Gabo", Juan Rulfo, todos esos autores que están entre mis favoritos están en las canciones. También hay algo de Chavela Vargas en mi cantar, su fuerza me encanta.
- ¿Y qué tiene entre manos?
-Por ahora seguir tocando "Referencias". Esta última etapa hemos estado más centrados en los escenarios y ya tenemos material suficiente para grabar nuevo disco. Al final de este año empezaremos a grabar para lanzar en abril un nuevo trabajo.
- ¿Cómo va a ser ese nuevo trabajo?
-Va a ser una "Bambikina" más visceral, más del folclore popular. Quizás abandone el country americano del norte para centrarme más en el del sur, con canciones más sureñas, ritmos andinos, más de raíz.
- ¿Qué tienen de realidad sus letras?
-Son verdades a medias, teñidas de fantasía. La mayoría de personajes son inventados y me resultan atractivos los fracasados, golpeados. Mari Pepi (protagonista de "Pirómana") está basada en hechos reales. La historia de la peluquera es verdad pero todo está exagerado.
- ¿Un sueño?
-Poder vivir de la música, que en los tiempos que corren es bastante difícil, ir sacando mis canciones y que cada vez me conozca más gente.
- ¿No se ve de publicista?
-Mi profesión me gusta, pero he trabajo en la oficina y no tiene nada que ver con lo que me da la música. Siento que he nacido para esto. Si puedo quedarme en el escenario para el resto de mi vida, mucho mejor.
- ¿Disfruta más sola en el escenario o con la banda?
-Me gustan mucho los dos formatos. Los conciertos más íntimos, con mi guitarra, funcionan muy bien, son como una bala directa al corazón. No me gusta perder ese tú a tú con el público, se viven momentos irrepetibles.
- Ha dicho en alguna ocasión que de niña se sentía como un "bicho raro", ¿qué mensaje traslada a otros jóvenes que tengan esa misma sensación?
-Que lo importante es sentirse cómodo con lo que uno hace. En un pueblo pequeño estás más condicionado porque tus amigos son los que te tocan por generación. Lo importante es hacer lo que a uno verdaderamente le gusta, no se puede renunciar a eso.
