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Avilés despide un verano "bueno" para la restauración e "irregular" para los bares

Los hosteleros admiten que se hacen esfuerzos para programar actividades, pero ven pobre el reclamo de la semana de San Agustín

Avilés despide un verano "bueno" para la restauración e "irregular" para los bares

Avilés despide la temporada de verano con satisfacción en el sector de la restauración y un sabor agridulce entre los propietarios de bares y locales de ocio nocturno. Muchos fueron los restaurantes que colgaron el cartel de completo, con fines de semana hasta la bandera en el mes de agosto. Para los restauradores este ha sido un verano "bueno", e "irregular" para los dueños de bares, pubs y cafeterías, que creen que el Ayuntamiento de Avilés no acaba de acertar con la programación de San Agustín. Valoran que se estén "haciendo esfuerzos" por programar actividades a lo largo de todo el verano, pero ven pobre la semana grande de los festejos en honor al patrón. "No parecía que hubiera fiestas", coinciden muchos.

El vicepresidente de la Unión de Comerciantes de Avilés y Comarca (Ucayc) y encargado del área de hostelería, Gonzalo Rodríguez, sostiene que el verano de 2017 ha sido "un tanto raro". "Julio empezó muy bien pero después hubo como un freno. Agosto también arrancó con la iniciativa 'Sabores de plaza en plaza' y con el Festival de la Cerveza pero lo que se comenta en el sector es que durante la semana de San Agustín no había sensación de fiesta", apuntó.

Los hosteleros dicen echar de menos que se engalanen y alumbren las calles y no ven con buenos ojos que la programación de "la semanona" del verano avilesino se concentre en La Fruta y La Ferrería (calles que acogen el mercado medieval) y el Centro Niemeyer (la Holi Party y los conciertos). "En el sector quedó una sensación de plof con las fiestas. La gente sale por inercia, porque es San Agustín, pero no hubo ninguna actuación ni concierto que tuviera tirón. La sensación de fiesta se limitó a tres días y al fin de semana. No vamos a competir con la programación festiva de Oviedo o Gijón, pero lo que comenta todo el mundo es que desde las fiestas del Carbayedo hubo un vacío hasta el fin de semana, que sí que se vendió. Habría que sentarse y hablarlo", añadió el portavoz de hostelería de la Ucayc.

Gonzalo Rodríguez considera que el hecho de que San Agustín cayese este año en lunes pudo haber perjudicado, más que beneficiado. "Al ser el lunes festivo hubo mucha gente que aprovechó para marchar el fin de semana, sobre todo comerciantes. En ese sector no tienen la oportunidad de coger dos días seguidos de fiesta habitualmente y al haber puente pudo perjudicar. La sensación que puede dar a quienes se pasaron por el mercado medieval el fin de semana es que Avilés estaba todo 'petado' pero no fue así", concluyó Rodríguez.

"Valoramos que se hagan muchas actividades, que se intente buscar oferta para todos públicos, como la zarzuela del Ferrera, que se potencie 'La mar de ruido', que haya una programación amplia y variada, pero creemos que la promoción y difusión fuera de Avilés no es la correcta o resulta insuficiente. El hecho de que no haya un concierto de pago, un cabeza de cartel, se nota mucho. Un nombre daría notoriedad a las fiestas y ayudaría mucho a conseguir esa difusión. Para nosotros el verano ha sido irregular", señaló el hostelero Miguel Villabrille.

En los restaurantes reconocen que han tenido más comensales que el verano pasado. "En general, hubo más gente. Julio fue más flojo que agosto y San Agustín coincidió bien. El gasto medio se mantiene estable y sigue la tendencia regional", apuntó el restaurador Juan Rivero, vocal de la Cámara de Comercio de Avilés.

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