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Los empleados de Saint-Gobain, a la huelga por la "represiva" seguridad laboral

"La empresa quiere lavar la cara a golpe de sanción", indica el comité | Un trabajador fue amonestado por no llevar gafas camino del vestuario

La fábrica de Saint-Gobain en Avilés. MARA VILLAMUZA

E. CAMPO

Los trabajadores de Saint-Gobain Cristalería irán a la huelga en protesta por las medidas que quiere implantar la empresa en materia de seguridad. Según explican, la dirección de la factoría de La Maruca pretende modificar las condiciones de salud laboral y prevención sin contar con el visto bueno del comité. Además, aseguran que hubo una sanción a un trabajador por llevar las gafas reglamentarias quitadas en el interior del recinto, pero fuera de las instalaciones fabriles, de camino al vestuario. Los paros tendrán lugar el martes 26 de septiembre durante las dos primeras horas de cada turno (mañana, tarde y jornada normal). En el turno de noche, se dejarán para las dos últimas horas.

Según fuentes sindicales, la clave del enfado está en la "represión" de la empresa hacia los trabajadores para exigir que lleven puestos los equipos de protección individual. Y consideran que no se puede pasar del cero a cien en materia de seguridad, sin que haya un consenso con los delegados de prevención. La empresa recibió una llamada de atención de la Inspección de Trabajo por los accidentes que hubo hace tiempo y ahora los representantes del comité denuncian "un lavado de cara a golpe de sanción a los trabajadores".

"Pediremos a la empresa una reunión para buscar soluciones a la política de sanciones en temas de seguridad. Hay que encontrar soluciones y vías de negociación satisfactorias que mejoren las relaciones laborales del comité con la dirección", justifican los responsables del comité de empresa. La convocatoria pretende ser "una llamada de atención" hacia la dirección para que mejoren las relaciones laborales.

Los representantes de los trabajadores advierten, en el comunicado enviado a los empleados, de que "la dirección tratará de dividir y confundir comunicando que se trata de un tema personal de un trabajador". Sin embargo, los sindicalistas niegan la mayor: "Nada más alejado de la realidad. Lo que trata este comité es de combatir las políticas sancionadoras y de imposición, que cada día coge con más fuerza esta dirección".

Por eso, el comité de empresa apela a una "respuesta unitaria" y que los trabajadores ignoren los "comentarios partidistas de la dirección". Además, trasladarán la convocatoria "a las compañías del exterior para que apoyen este paro, dada la trascendencia del mismo".

Los sindicatos afirman que, sin quitar la necesidad de trabajar con los equipos de protección individual (que, en función del puesto, se componen de piezas como las botas, el casco, las gafas, el pantalón anticalórico...), una sanción es un exceso porque el trabajador puede estar simplemente despistado, y basta con un toque de atención. El conflicto está servido y el primer paso será la huelga.

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