La construcción de un nuevo centro social para el barrio de Jardín de Cantos se ha convertido en un quebradero de cabeza para los vecinos y para la propia administración local. Y su solución no parece que esté cerca. La Sareb, propietaria de los terrenos afectados por el convenio de Cristalería, de donde tiene que salir la parcela para hacer ese complejo, aún no tiene fecha para firmar con el Ayuntamiento el acuerdo que permita tanto esa cesión como la urbanización y construcción del resto de terrenos.

Los vecinos de Jardín de Cantos llevan veinte años esperando por el desarrollo del convenio urbanístico de Cristalería, con 350 viviendas previstas, que incluye la parcela para hacer su ansiado centro social. El Ayuntamiento ya tiene el proyecto y la partida para poder construirlo, pero hasta que no se firme el plan, no será posible.