En uno de los balcones que dan el Cantábrico en el límite entre Avilés y Castrillón se encuentra uno de los vertederos ilegales de la comarca, según denuncian los vecinos. Y es que la ladera que desde la zona conocida como La Garita, en San Cristóbal, desciende hacia la avenida de El Campón, en Salinas, está llena de todo tipo de basura y de residuos de obras. Los culpables de esta situación llegan a una zona de aparcamiento desde la que se divisa una bella panorámica del litoral asturiano y hacen rodar la basura ya que el acceso a pie es difícil.

"Es muy fácil llegar en coche hasta el aparcamiento de un restaurante cercano y, desde allí, tirar la basura monte abajo, a unos metros de la vía del tren de Feve. Hay váteres, residuos de obra y todo tipo de elementos que contamina la zona y sobre todo el paisaje", señala José J. Gómez. "Es difícil cazar a los infractores porque lo hacen por la noche cuando por esa zona no hay gente. Habría que poner cámaras de seguridad", añade este residente.

Los vecinos afectados sostienen que es difícil acceder a la zona para retirar la basura. "La gente debería concienciarse de que con esas formas de actuar perdemos todos", aseguran. La Fiscalía coordinadora de Medio Ambiente suele actuar en algunos casos obligando a los ayuntamientos a eliminar los basureros piratas.

Castrillón tiene desde hace años un vertedero pirata en el que se llevan depositando restos de uralita desde hace tiempo. El vertedero está ubicado entre Vegarrozadas y La Lloba, en un camino de servicio construido por el Ministerio de Fomento cuando se acometió el tramo de la Autovía del Cantábrico entre Vegarrozadas y Soto del Barco. El Ayuntamiento y el Ministerio llevan meses pasándose la pelota para ver quién debe limpiar la zona ya que la retirada de la uralita es muy costosa y debe realizarla una empresa especializada. Por el momento, no han dado una solución pese a las constantes quejas de los vecinos de la zona.