La rápida y acertada intervención de dos agentes de la Policía Local de Avilés ha evitado sobre las 20.15 horas de la tarde que las llamas destruyesen un vehículo aparcado en la calle Juan XXIII cuyo motor, por causas que se desconocen, había comenzado a arder.

Fue un conductor que se apercibió del conato de incendio el que avisó del fuego a una patrulla de la Policía Local que hacía la ronda por las inmediaciones de la calle Juan XXIII. Los agentes utilizaron el extintor que lleva el vehículo policial para rociar las llamas y apagar en pocos segundos el fuego. Varios curiosos se habían congregado ya en el lugar y observaban el incidente.

Unos minutos más tarde hizo acto de presencia en el lugar una hombre, aparentemente el propietario del coche, que abrió el capó del motor e hizo una evaluación de daños, mucho menores de los que se hubieran producido de no haber intervenido con rapidez los policías.