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La Arena y San Esteban celebran la pasarela pero con recelo: "A ver si va de ésta"

El puente sobre el río Nalón "hará mucho bien a los dos pueblos" porque acercará servicios y "traerá más turistas a la zona", apuntan los vecinos

La Arena y San Esteban celebran la pasarela pero con recelo: "A ver si va de ésta"

Los vecinos de San Juan de La Arena, en Soto del Barco, y de San Esteban de Pravia, en Muros de Nalón, comentaban ayer en cada esquina el calendario anunciado por el Principado para la construcción de la pasarela sobre el río Nalón que llevan reclamando 25 años: en abril tiene que estar listo el proyecto y, a lo largo de 2018, las obras deberán haber empezado. "A ver si va de esta", señalaban Jesús Gallego y Rafael Fernández. Los dos atienden a LA NUEVA ESPAÑA en el paseo marítimo de San Esteban, a la altura del solar donde estuvo la fábrica de hielo. "Al final de este espigón es donde debería llegar el puente", decía Gallego, al pie de una de las grúas históricas que están restaurando desde hace unas pocas semanas. Carlos Ferreiro, en la otra orilla de la ría, en La Arena, tenía minutos después la misma sensación: "Estuvo a punto de hacerse hace veinte y hace diez años, ojalá esta sea la definitiva. La pasarela hará bien a los dos pueblos".

En la cervecería El Parque, en La Arena, había una tertulia a costa de la noticia. José Luis Fortuny y Mariano Frechoso se creen a pies juntillas el anuncio del Principado. "La van a hacer. Han dicho que la van a incluir en los prespuestos", apuntaba Fortuny. Ana María Iriarte sonreía con natural displicencia: "No sé, no sé... Llevan así veinticinco años", apostillaba. En la Expo de Sevilla (1992) se presentó el primer proyecto de unión de las dos localidades. "El miedo es que vuelva a empezar el politiqueo", añadía Vanesa López, en otra mesa de la céntrica cervecería. Los desacuerdos entre los ilusionados y los incrédulos se salvaban con un trozo de bollo. Ana María Iriarte repartía el dulce y el asunto principal de la jornada seguía.

En el café La Nueva España, en San Esteban, cuelgan las láminas del primer proyecto de pasarela, el de principios de los noventa. Lo firmó Andrés Rodríguez Cuervo, un ingeniero de la dirección general de Costas. "Lo colgamos en la pared del bar por esa época", contaba Enrique Suárez, que lleva cuarenta y tantos años detrás de la barra: "Siempre quisimos la pasarela".

Prada Rodríguez acaba de llegar al bar. "Le dije que ya estaba la pasarela: no se lo creyó", comentaba Suárez en referencia a su cliente, un veterano "propasarela". "Los dos pueblos estamos separados por seis kilómetros. La pasarela va a acortar distancias. Los de La Arena pueden venir aquí para coger el autobús: sale uno cada hora en dirección a Oviedo. O también el tren, que te lleva a Pravia. Además, están las piscinas de agua salada. Nosotros, a cambio, tendremos acceso a los supermercados. La pasarela, además, ayudará al turismo durante los veranos", contaba. Nieves Suárez y Antonio Suárez detenían el paso en La Arena. Caminan cada mañana desde Soto del Barco a la playa de Los Quebrantos. "Nos lleva un par de horas entre subir y bajar", cuentan. "Podríamos pasar a San Esteban", añadían los dos caminantes.

"Hace años había una lancha, ahora sólo la tienen en verano. La Arena está muy mal comunicada", destacaban Nieves Suárez y Antonio Suárez, así como Carlos Ferreiro. Los tres son de memoria vívida. El "subebaja" es el único transporte público que une La Arena con el centro de la región: el autobús para en Soto del Barco. La pasarela, dicen los vecinos de las dos orillas, traerá beneficios a ambas localidades.

Las redes sociales ardieron ayer durante toda la jornada por la pasarela. La unión hace la fuerza y la fuerza ha obtenido respuesta oficial. "Esperemos que no sea sólo una promesa, una vez", advierten los vecinos.

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