Paco Revert García lleva en su corazón a la Banda de Música de Corvera. Hace apenas unos días, la agrupación corverana le hizo un homenaje a este valenciano, secretario de la Asociación de Músicos Profesionales de Orquestas Sinfónicas (AMPOS), músico de la OSPA y profesor en el conservatorio municipal Julián Orbón de Avilés. Y no era para menos, porque el año pasado dejó el cargo de director de la banda corverana después de 16 años al frente de la agrupación.

"Que haya estado todo ese tiempo no es si no, única y exclusivamente, debido a todas y cada una de las personas que me encontré al llegar, a su inestimable ayuda, a su cálida acogida, la cual me hizo sentir desde el primer día en mi propia casa, y a su tremenda ilusión por trabajar y llevar a cabo todos esos proyectos", relataba el músico en aquel homenaje.

Fue gracias a eso, pero también a las inquietudes que nacen en cada artista y que a él le llevaron a interesarse en la dirección: "En la OSPA -donde es percusionista- tenemos directores de todo el mundo que vienen a trabajar con nosotros cada semana y es imposible que no te atraiga su trabajo. Nos pasa en otras facetas, por ejemplo, no te limitas solo a la música clásica, hay músicos en la OSPA que también hacen jazz. Hay que satisfacer esas inquietudes", explica Revert a LA NUEVA ESPAÑA.

La Banda de Corvera la cogió en horas bajas, en el año 2000, después de unos años como profesor. "Hemos hecho muchas cosas para que la música llegue a todo el mundo. Cogimos la banda con unas quince personas, hubo picos de hasta ochenta integrantes y lo deje con unos cincuenta", comenta el exdirector. Cuando dejó el cargo, la agrupación cumplía los 32 años y él estuvo al frente durante 16, justo la mitad de la historia de una entidad que ya es imprescindible en el concejo.

El trabajo de secretario de AMPOS, que engloba las 26 orquestas sinfónicas de España, le ha quitado mucho tiempo, de ahí que decidiera ceder el testigo en la Banda de Música de Corvera, pero afirma que queda "rescoldo". "Guardo contacto con muchos integrantes que luego pasaron por el conservatorio y ahora son reputados músicos. Yo les vi tocar desde el minuto cero hasta convertirse en profesionales. He visto crecer a muchos chicos en la banda y a eso es imposible no tenerle cariño", afirma.

Y es que para Revert, ése es uno de los secretos de la agrupación corverana: "Al final es una relación personal. Se trata de una banda amateur, pero mi implicación era absoluta y, sobre todo, les trataba como compañeros, como amigos, porque se consiguen muchas más cosas así". Al tratarse de una banda amateur, cada uno aporta lo que puede. "Cada persona tiene sus circunstancias personales y la agrupación está abierta a todo el mundo, al que le apasiona y no falta a un ensayo y al que quiere aprender a tocar pero no puede tener tanto tiempo; y todos participan de las actuaciones", explica el ahora exdirector de la banda.

Además de para los que quieren aprender, la banda es un lujo también para la gente que quiere escuchar. "Gracias a la Banda de Música de Corvera, los corveranos han podido escuchar al lado de casa piezas de Tchaikovsky, Rossini, Beethoven o Brahms, o acercarse a la música instrumental con adaptaciones de temas pop o rock. Es una labor social inmensa", señala Revert.

Bajo su dirección se plasmaron tres proyectos de los que está especialmente orgulloso. Por un lado el 25.º aniversario de la formación, por otro la Noche Celta y, por último, el concierto de bandas sonoras. "Esos dos últimos fueron brutales, con más de cien músicos, banda de gaitas, coro... Los hicimos en Avilés porque en El Llar no cogíamos", sentencia.

Revert aprovechó el concierto homenaje que se le hizo en El Llar para hacer un llamamiento a los políticos: "La banda no existe ni sobrevive por generación espontánea, cuesta mucho trabajo el que pueda funcionar en su día a día, les pido sensibilidad y compromiso. A la banda de música hay que cuidarla, mimarla y dotarla de los medios suficientes para que pueda desarrollar su actividad en las mejores condiciones posibles. Sería imperdonable que en el siglo XXI una institución cultural como es esta, con 33 años de historia, desapareciese por falta de apoyos".

También pide al público que siga escuchándola, porque sin ese respaldo sería difícil continuar. Afirma que cuando llegó a Asturias y vio la situación de las bandas amateur se sorprendió; y poco ha cambiado desde entonces. En Valencia, su tierra natal, existen en la actualidad 544 bandas de música; en Asturias, solo trece. "Allí es tradición, de hecho están declaradas Bien de Interés Cultural, algo que no vendría mal en Asturias, porque, repito, acercan la música a aquellos que tienen menos posibilidades de disfrutarla", añade Revert.

Por último, el maestro quiere lanzar un mensaje a los actuales integrantes de la Banda de Música de Corvera: "A veces los músicos lo dejan a la ligera, por cosas externas, sin reflexionar. Si se pararan a pensar los años de esfuerzo de ellos y sus familias que les ha llevado llegar a saber tocar un instrumento, a tocar algo que sea audible, no lo harían".