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JUAN CARLOS GUERRERO | Precandidato a secretario general del PSOE de Avilés

"Lo que necesita el PSOE es acercarse a la militancia y salir a la calle, a los barrios"

"Al partido le vino bien el derrocamiento de Pedro Sánchez, porque la militancia se levantó y habló"

Juan Carlos Guerrero, en el barrio de Sabugo. RICARDO SOLÍS

Juan Carlos Guerrero es, hoy por hoy, el único precandidato a la secretaría general del PSOE de Avilés, si bien en todas las quinielas se prevé un inminente paso al frente del actual líder de la agrupación local, Luis Ramón Fernández Huerga. Tampoco hay fecha para que se celebre la asamblea en la que los militantes deberán de votar, y eso que el tiempo apremia: el último fin de semana de noviembre finaliza el plazo. Guerrero (Avilés, 1970) es licenciado en Económicas, militante de UGT y trabaja de policía de la Autoridad Portuaria de Avilés.

- Ha tenido una vida alejada de la política. ¿Qué le lleva a dar el paso ahora y a ponerse en primera línea?

-Ha sido por tres cosas: por coherencia, por responsabilidad y por ideales, lógicamente. Una serie de compañeros y compañeras depositaron su confianza en mi para continuar con el trabajo por el cambio que se inicia con el grupo de apoyo a Pedro Sánchez y Adrián Barbón. No sería lógico que ahora no quisiéramos también cambiar la forma de hacer las cosas en Avilés. Me afilié en política en 2009 tras muchos años trabajando en Madrid. Y, desde el principio, soy un militante reivindicativo respecto a la forma de hacer las cosas. No sería responsable por mi parte, ahora que se ha dado un proceso que pide ese cambio a nivel nacional, no dar el paso. Y luego está el tema de los ideales. Yo soy avilesino, soy trabajador y soy socialista.

- ¿A quién representa?

-A un grupo de compañeros muy ilusionados que quieren cambiar las cosas. Que están pidiendo otra forma de hacer las cosas, que se vuelva a conectar el partido con la sociedad. En el partido se ha vivido muy intensamente el vuelco tremendo que ha habido en el que la militancia dijo que no compartía lo que estaban haciendo los dirigentes. El partido no sólo se separó de los votantes, sino de la militancia.

- Habla mucho de cambios. Póngame ejemplos concretos.

-Estamos hablando de un proceso orgánico dentro del partido. Y lo primero que necesita un partido es que sus militantes tengan información. Que sean los protagonistas del partido. Saber qué se está haciendo en la ejecutiva, qué está haciendo el gobierno. Pero en la mayoría de las cosas, la militancia se entera por la prensa, y eso no puede ser. Lo primero es hacer un partido más cercano a la militancia, y que luego esa militancia esté presente en la calle, en los barrios, con los vecinos. Es la única forma de que las ideas socialistas lleguen a la gente y de provocar un cambio, y de ayudar al gobierno local. Sólo de esa forma. Y cuando hablamos de ir a la gente no hablamos de ir a soltarles un rollo, sino de ir a escuchar. Y luego podemos dialogar, debatir y reflexionar antes de tomar una decisión. Otra cosa que pretendemos es abrir a la sociedad avilesina la Casa del Pueblo.

- No hay aún fecha para la asamblea de la que debe salir el nuevo secretario general.

-Bueno, eso es una más. No sabemos cuándo va a ser. Tampoco cómo. Tengo claro que si soy secretario general, dentro de cuatro años se sabrán las fechas con antelación. Lo que buscamos con todo esto es transparencia.

- Militantes veteranos aseguran que no lo conocen. ¿Cómo pretende darse a conocer?

-Intentaré hablar con el mayor número posible de militantes. Desde aquí hago un llamamiento a la militancia. Hay muchos que van a votar, pero también hay decenas de ellos que habitualmente no van. Y me pregunto qué lleva a alguien a estar militando y, sin embargo, no acudir a procesos tan importantes. Quizá nunca les hemos preguntado cómo les gustaría que fuera la agrupación. Además, queremos hacer un acto de presentación... Pero no podemos hasta que no se abra el proceso.

- ¿Cómo ha vivido el debate interno del PSOE?

-Ha habido una crisis de partido como no se había conocido nunca. Mi primera reacción fue de indignación y rabia porque defenestraron al secretario general. La aparición de Pedro Sánchez en "Salvados" marca un hito. Se desnuda, se abre, es la primera vez que ocurre, dice que cometió unos fallos. Es consecuente hasta el final y dimite. Luego comienzan los movimientos de militantes. Yo fui uno de los dos firmantes de Avilés de una carta diciendo que la caída del PSOE no se debía a Pedro Sánchez sino a una serie de decisiones, y que hacía falta una revisión crítica. Luego fui a ver a Pedro Sánchez en La Felguera y vi a un líder distinto, más reflexivo y cercano. Nunca había visto, desde el 82 que fui a ver a Felipe González a Gijón, tal ilusión en la cara de la gente. Ahí se produce el cambio.

- Así que en su caso ese mitin fue clave.

-Sí. Creo que al final al PSOE le vino bien el derrocamiento de Pedro Sánchez. Porque la militancia se levantó y habló.

- ¿Cuántas opciones cree que tiene usted de victoria?

-Bueno, estamos trabajando con ilusión. Es complicado, hay que ser realistas. Pero la gente está muy ilusionada y no estaríamos aquí si no pensáramos que se puede ganar. En cualquier caso esto no es el final de algo. Vamos a seguir aquí trabajando.

- ¿Aboga por llegar a acuerdos con Somos y con otras fuerzas de la izquierda en Avilés?

-Se puede hablar con todo el mundo. Muchos de los votantes de Somos lo fueron antes del PSOE, hay que tener un respeto total hacia ellos. Desconozco las conversaciones que ha habido. Al final, muchas veces la derecha gana porque la izquierda está dividida.

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