España quiere triplicar la producción de acuicultura marina (doradas, rodaballos y demás especies susceptibles de ser criadas en cautividad) a medio plazo y pasar de las 60.000 tonelada que se producen actualmente a más de 150.000. En ese sector de las granjas piscícolas, el país saca cada año unas 305.000 toneladas de productos, de las que 240.000 corresponden a la conchilicultura, como mejillones u ostras.

"Tenemos unos datos que nos permiten ser razonablemente optimistas. A nivel mundial, el 50 por ciento del pescado que se consume proviene de la acuicultura. España está ocupando un lugar muy relevante a nivel europeo -solo está por detrás de Noruega- y lo que es destacable es que con casi 60.000 toneladas de acuicultura marina tengamos que plantearnos un horizonte a medio plazo en donde la capacidad de producción se triplique", afirmó Alberto López-Asenjo, secretario general de Pesca, ayer, en el Centro Niemeyer, donde participó en un coloquio sobre productor acuícolas junto a Rafael Ansón, presidente de la Academia Internacional de Gastronomía y el cocinero Isaac Loya. Para incrementar la producción, el Ministerio de Pesca presentará en 2019 en la Unión Europea una planificación para el correcto uso de los espacios marinos; la programación definitiva será en 2020, según avanzó López-Asenjo.

El secretario de Pesca persigue también con la celebración del Día de la acuicultura -el 30 de noviembre- explicar que ese sector no sólo se reduce a dos o tres especies: "Hay una producción de casi 40 especies y pronto serán más debido a la demanda que existe. El sector tiene un crecimiento sostenido", comentó. Apuntó que en Europa se consumen 12 millones de toneladas de pescado, de las que 6 millones provienen de la pesca extractiva y las otras vienen de fuera de la UE. "La previsión es que para 2020 tengamos que cubrir unas 18 millones de toneladas y eso, evidentemente, va a tener que ser gracias a un mayor liderazgo de la acuicultura", defendió.

La pesca tradicional también está en la cabeza del Secretario General de Pesca. En diciembre, los Ministros del ramo de la UE decidirán las cuotas pesqueras para 2018 y el avance es de recortes en especies como la merluza, el jurel o el abadejo. La idea del Ejecutivo español es defender una propuesta "más equilibrada", en la que se comparta el objetivo de la gestión sostenible y viable de los recursos pero teniendo en cuenta "la alta dependencia socioeconómica de muchas poblaciones de determinadas pesquerías". "Por ejemplo, de nada sirve tener sardinas en un horizonte de cinco o seis años si lo que ha desaparecido es el sector porque se cerró la pesquería", alegó. Por ello, España va a defender su postura usando "los mismos informes biológicos". "Queremos establecer los criterios sobre cómo podemos tener un mayor equilibrio entre los objetivos del rendimiento máximo sostenible (RMS) manteniendo y preservando el objetivo social y económico", afirmó López-Asenjo.

Rafael Ansón, durante la charla, también defendió la acuicultura y aseveró que gracias a ella "más personas de más países podrán comer más sano". Restó crédito a las reticencias que hay acerca de los peces de piscifactoría y afirmó que uno de sus objetivos es conseguir prestigiar esos productos a través de platos elaborados por cocineros reputados. La sesión incluyó una degustación de tres productos procedentes de la acuicultura: esturión, ostra y rodaballo.