Daniel Darío Capellán Castillo perdió la vida ayer en la puerta de un bar de Llaranes. Fue uno de los primeros dominicanos en establecerse en Avilés de la nutrida comunidad que llegó en los pasados años noventa. Aterrizó en la ciudad junto a su madre cuando acababa de cumplir 25 años. Se fue del mundo ayer, con 44, con dos puñaladas en el corazón y con varios hijos entre Asturias y su isla caribeña.

"No había hecho nada a nadie", recalcaron los que le conocían bien, que eran muchos. Fundó la Asociación de Dominicanos de Avilés (Asodavi), un colectivo que, sin embargo, lleva más de seis años sin actividad alguna. Tuvo un bar en Versalles, lo cerró y comenzó a organizar eventos. El último en el que participó fue el concierto de Yiyo Sarante, "El Abusador de la Salsa", una estrella de la música caribeña, en la sala Albéniz de Gijón. De esa fiesta regresaba cuando perdió la vida.

"Generalmente los inmigrantes venimos a Versalles porque es donde residen más personas de distintos países. Creo, además, que aquí se formó la inmigración de dominicanos en Asturias: la gente mayor que vino allá por 1993 aún reside en Avilés mientras que, ahora, los jóvenes prefieren Oviedo o Gijón", explicó el propio Capellán a este periódico, en el momento en que echó a andar el colectivo. Dejó Versalles por Sabugo cuando la vida cambió, cuando la barra del bar ya no le daba lo que buscaba. El suyo estaba a un paso de los parques de Versalles. Se pasó al espectáculo, a la promoción de montajes de baile, conciertos. También jugaba al póquer. No era malo. "Su muerte nos ha dejado conmocionados a todos", señalaron algunos de sus compatriotas.

Capellán era seguidor del Sporting de Gijón y también del Fútbol Club Barcelona. Y muy aficionado a los selfis. Su relación con su familia era muy intensa. Acudía a la llamada de cualquiera de sus hermanos o parientes, muchos en Avilés. La Asociación de Dominicanos, de hecho, nació con una misión clara: "Evitar que los jóvenes de fuera estén en cosas malas". La comunidad dominicana se movilizó ayer durante todo el día para dar caza a E. N. G. U, el presunto autor de la muerte del dominicano que puso salsa en el barrio de Versalles.