La acuicultura es una moda que poco tiene de novedad. Se remonta más de dos mil años atrás. "Parece que como no hay suficiente pescado, se nos ha ocurrido esto del cultivo de especies acuáticas. La acuicultura tiene al menos más de dos mil años de antigüedad en occidente", sostiene Darío Bernal, catedrático de Arqueología de la Universidad de Cádiz que cerrará el miércoles en el Centro Niemeyer (20.00 horas) el ciclo de conferencias que completa la exposición "¿Acuicultura? Descúbrela",

Bernal investiga entre otros asuntos la explotación de recursos marinos en la antigüedad y asesoró sobre los orígenes del cultivo de especies acuáticas para el montaje de la muestra del Niemeyer, que se puede visitar hasta el próximo 7 de enero. La ponencia que ofrecerá el miércoles se titula "La acuicultura en la Hispania Romana: orígenes, técnicas y evidencias arqueológicas". Ilustrará a los asistentes sobre cómo los romanos inventaron las prácticas de acuicultura.

"Como es sabido, el nivel de desarrollo de la sociedad alcanzó cotas tremendas con la organización de la Hispania romana. Todo lo que tenía que ver con el mar como fuente de recursos sufrió una intensificación muy notable desde la llegada de los fenicios a occidente: la almadraba, la industria conservera...", explica. En la Hispania Romana "se intensifican todas esas fábricas". "El atún y la caballa fueron los dos productos privilegiados que dieron tantísima fama a España en todo el mundo antiguo. A los romanos se les atribuyen muchas cosas, y entre ellas también la acuicultura. Se dice que en el siglo II antes de Cristo la acuicultura se inventó en el entorno de Nápoles, con el cultivo de ostras en el Lago Lucrino. Ttratados de autores antiguos, como el de Columela, recogen ya cómo había que criar los peces, cómo preparar los estanques, como renovar los peces", prosigue Darío Bernal. Las excavaciones que se han ido realizando en el litoral español constatan que "había muchísima industria artesana de salazón de pescado en época romana, con mercados increíblemente grandes". al.

En España destacan los restos de cultivos de peces y moluscos localizados en el Estrecho de Gibraltar, en Algeciras, y en el cabo de Trafalgar, en Barbate. "También hay evidencias en la costa de Alicante", añade el catedrático de la Universidad de Cádiz.