El director de escena Claus Gutt se llevó anoche "La Bohème" al espacio sideral. Y sorprendió a los espectadores del auditorio del Niemeyer y también a los de la Ópera Nacional de París, por un rato, hermanados gracias a Puccini. Y es que anoche fue el momento de contemplar una versión inédita de una de las óperas más aplaudidas de la historia, aquella que se basa en las "Escenas de la vida bohemia" y que cuenta la historia trágica de Mimí y de Rodolfo.

Las óperas proyectadas en pantalla cinematográfica han arrancado el aplauso de los espectadores avilesinos, que normalmente se tienen que conformar con pequeñas producciones que se representan en el teatro Palacio Valdés, porque el escenario del Niemeyer nació cortado para estos menesteres.

Anoche fueron dos centenares de personas las que trasladaron al auditorio del complejo cultural para disfrutar de una ópera que cambió las buhardillas parisinas de la Belle Èpoque por el espacio más accidental. Y es que Rodolfo es pobre de oxígeno y rico de amor. La línea francesa de Puccini la siguió el director alemán y también el director venezolano Guatavo Dudamel, que fue el encargado de poner música a una función que se inició con una advertencia: "Abrochénse los cinturones". Y todos los cinturones se apretaron para disfrutar de una pieza que fue un lujo y que deja claro que en Avilés la música lírica suena tan bien como en París.

Suena la música

Por otra parte, los conciertos del ciclo musical del centro Niemeyer, "Suena la Cúpula", terminarán la programación de este año con un cuarteto de cuerda. La actuación, que tendrá lugar este próximo domingo 17 de diciembre a las 13.00 horas, contará con las componentes de "Haendel". Las alumnas de este grupo, Desislava Vaskova, Anna Tanaka, Lara Albesano y Paula Lavarías, forman parte de la prestigiosa Escuela Superior de Música Reina Sofía y reciben clases de Heime Müller, del Instituto Internacional de Música de Cámara de Madrid.