La ministra de Agricultura y Pesca, Isabel García Tejerina, defendió ayer la negociación de la delegación española que el pasado miércoles logró suavizar el recorte de la cuota de merluza en el caladero del Cantábrico y dejarlo en un 13 por ciento menos frente al 30 por ciento que proponía inicialmente la Comisión Europea. "Espero que este sacrificio se vea recompensado con bastante más merluza para 2019", aseguró la Ministra en declaraciones a la Cope. García Tejerina explicó que el objetivo es llegar a tener merluza hasta el punto de que la pesca no afecte a su mantenimiento en el mar: "Significa apretarnos un poco el cinturón para conseguir ese máximo".

El Gobierno estatal también valoró que el acuerdo final supone una mejora por valor de 16 millones de euros frente a la propuesta inicial de Bruselas y "mantener la estabilidad" respecto a los ingresos de las capturas de este año. Así lo aseguró ayer el secretario general de Pesca, Alberto López-Asenjo, que mostró su satisfacción por las mejoras logradas en el Consejo de Ministros de la UE. "La negociación ha sido la más difícil de los últimos 25 años ya que se partía de unas propuestas dañinas para la flota. El resultado ha sido francamente positivo y permite cierta estabilidad a flotas como las gallegas, andaluzas y de otras zonas del Cantábrico", aseguró López-Asenjo.

El secretario de Pesca mostró su preocupación por la "tendencia" del comisario europeo de Pesca, Karmenu Vella, a la hora de defender aspectos medioambientales en las discusiones sobre las cuotas, sin tener en cuenta cuestiones socioeconómicas: "El barco que deja de faenar no vuelve a la mar", enfatizó Alberto López-Asenjo.