Lorenzo Santamaría (Santa María del Camino, Baleares, 1946) es una leyenda: porque cantó "Para que no me olvides", pero también por haber tocado con Jimi Hendrix. Santamaría llega el próximo jueves día 21 al escenario del pub Santacecilia, en la calle de Galiana, en su regreso a Avilés. "Los Linces" pondrán música a los mejores temas del cantante mallorquín en su primera colaboración conjunta. Conversa con LA NUEVA ESPAÑA por teléfono.

- Hace mucho que no viene por Avilés.

-La verdad es que no sé cuánto tiempo. Allá en los setenta fui treinta mil veces a Asturias, pero a Avilés, no le sé decir bien. Antes llegabas por la tarde a la discoteca donde tocabas, hacíamos la prueba de sonido, actuábamos, dormíamos y nos marchábamos. No te daba tiempo a nada. He estado en toda España.

- Lo mejor, ¿son los escenarios?

-Va por épocas, pero en general sí. Será cosa del cansancio o de la edad, pero ahora cuando llego a un sitio lo hago con tranquilidad, con el deseo de saborearlo todo. Lo mejor sí, son los escenarios porque en ellos eres tú mismo y fuera, historia.

- Lleva medio siglo en la escena.

-No me hable. Los "Zeta 66" comenzaron en 1966. Un año después fue cuando me llamaron: querían un cantante, querían dejar de ser instrumentales. Entonces fue cuando comencé a ser profesional, a cobrar dinerito. Tocábamos en Mallorca, cada día. Ahora eso no sucede, ahora los grupos buenos tocan una vez a la semana, cuando tocan. Éramos unos privilegiados. ¿Sabe? En otoño y en invierno, cuando los ingleses dejaban Mallorca lo que hacíamos era subir a Oviedo y a Bilbao.

- ¿Ah, sí?

-Claro. Nos tirábamos dos semanas en Oviedo en una discoteca que se llamaba Canary Club. Me acuerdo de su nombre, de que cerca había una estación de trenes, de que el público era estudiantil y de aquellas chicas eran muy guapas... Le estoy hablando de la segunda mitad de los sesenta. Nos iba bien. Podíamos tener un apartamento, vivir con una chica... Entonces había pocos discos. Lo que se llevaba eran los grupos en directo. Dormíamos en un hostal que estaba cerca de un parque. Me gusta recordarlo, aunque no tengo todos los detalles.

- Aquella fue su época más rockera.

-Cantábamos para los turistas ingleses. Nos distinguíamos porque lo que hacíamos eran las caras B de los discos, las versiones menos comerciales. Era para diferenciarnos de los demás grupos que sonaban por Mallorca. Éramos muchos. La gente nos diferenciaba por eso, por las caras B.

- Y por lo de Jimi Hendrix.

-Puede ser.

- Cuente, cuente.

-Trabajamos para Mike Jeffery, que era el mánager de "The Animals" o de Hendrix. Hendrix fue al que le encargaron inaugurar la sala Sargent Peppers, que era de Jeffery. Esa y otras más. Fuimos a verlo. Nos quedamos sin habla.

- Normal.

-La noche siguiente era la nuestra. Subimos y él cogió la guitarra y se puso a tocar "blues".

- O sea, tocaron juntos.

-Sí. Siempre he presumido de ello, pero me sirvió de poco: me dediqué a las baladas y a ese público le importaba nada que hubiera estado a esto de él.

- ¿Fueron sus teloneros?

-A ver. Jeffery nos hizo firmar un contrato para ser los teloneros de "The Animals" y también de Hendrix. Nunca se llegó a cumplir: por Inglaterra había más grupos que nosotros. Lo que pasa es que nunca dejó de pagarnos ese contrato.

- Cantaban en inglés.

-Y yo apenas sabía español. Sólo hablaba en mallorquín. Hicimos por entonces la versión de "Noches de blanco satén". Me escucho aún y parece que tengo un acento italiano o no sé. Creo que "Noches de blanco satén" fue nuestro primer éxito fuera de Mallorca. Si no recuerdo mal, la sacamos antes del original porque las discográficas por aquella época solían hacer eso: probar las versiones primero.

- Y ahora viene con "Los Linces".

-Creo que ellos eran como nosotros, pero en Asturias. Resulta que coincidimos alguna vez y me decían "¿Por qué no tocamos juntos?" Yo decía que sí, que por supuesto, pero nunca se nos hacía. Hasta ahora. Me hace mucha ilusión. Es bonito que nos pongamos a cantar aquellos temas. Algunas veces había pensado en dejarlo, cuando estaba en esas, empezaba a venir más trabajo. ¿Por qué iba a dejarlo si lo que más me gusta es cantar? Lo único que cambia es la salud. No estoy como estuve. Ya no puedo saltar. Ahora voy con más cuidado.

- Ya tiene unos años.

-72, pero no lo diga por ahí.